El Rayo Vallecano celebró esta tarde una esperpéntica junta extraordinaria de accionistas con la finalidad de aprobar el presupuesto de la campaña 2015/16 que “por un fallo aritmético”, como explicó su presidente, Raúl Martín Presa, no pudo ser ratificado en la junta ordinaria.

Con el objetivo principal totalmente focalizado, gran parte del resto de lo que sucedió en la sala de prensa del Estadio de Vallecas se convertiría en un espectáculo que volvió a dejar patente la soledad del presidente y la junta directiva de un club que sigue dando bandazos y que unos meses después de anunciar su desembarco en EEUU, ahora aborda su posible salida de Oklahoma.

Pero vayamos por partes, porque lo sucedido hoy no tiene desperdicio. La junta arrancó con la irrupción de una veintena de seguidores del grupo Bukaneros solicitando ser escuchados por los directivos franjirrojos que, sorprendidos, tuvieron que capear el temporal como buenamente pudieron para solucionar una situación que bien pudo haber terminado con una nueva suspensión de la junta. Finalmente, la promesa de permitirles expresar sus ideas y debatir sobre el pasado, el presente y, principalmente, el futuro del club, permitió que el orden del día pudiera cumplirse.

Con Bukaneros fuera de la sala y con la única presencia de los accionistas y los medios de comunicación, quedaba constituida la junta para la votación del primer punto del día: aprobación del presupuesto 2015-16 (con la presencia del 98,05% del capital social, principalmente en manos del accionista mayoritario, el presidente Raúl Martín Presa).

El presidente franjirrojo explicó que se había llegado al punto de tener que volver a celebrar una nueva junta de accionistas por “un fallo aritmético, porque la hoja de cálculo sumó mal”. Así de sencillas son las cosas en el Rayo Vallecano y así empiezan a convertirse en el espectáculo que pudimos vivir hoy.

Uno de los accionistas ofreció a los dirigentes franjirrojos, entre los que se encontraban el vicepresidente José María Sardá y el director general Luis Yáñez, el informe anual de los accionistas del Eibar (actos relevantes de la entidad, peñas, información relevante del club…) a lo que Presa y Yáñez contestaron que “Ya lo hemos visto. Lo tenemos. Gracias”. Ningún parecido con el 'excel vallecano'.

También se solicitó por parte de los accionistas minoritarios que la memoria fuera rectificada y corregida. La respuesta por parte del club fue que “nos hemos informado con nuestros asesores y las cuentas anuales ya han sido aprobadas en la anterior junta, por lo que son legales. Hay un error de transcripción en el presupuesto, que se subsana en este acto”, dando paso a un nuevo debate sobre las medidas que deberían haber sido adoptadas con el auditor que presentó las cuentas en la junta anterior (subsanadas hoy). “Quieres que le flagelemos. Ha corregido su error. ¿Qué mayor efecto de transparencia queremos? No ha habido ningún desfalco. El auditor reconoce que ha cometido un error de transcripción aritmético y le podemos pedir que se flagele”, afirmó Luis Yáñez. También Martín Presa defendió al auditor, afirmando que “ha subsanado el error. Ha pedido disculpas por escrito, con un mail, y con eso nos parece más que suficiente”, subiendo el tono de la discusión cuando se acusó a la directiva de no haber hecho seguimiento del presupuesto durante todo el año. Presa comentó indignado que “no voy a permitir que aquí falte a la verdad. El Rayo Vallecano, este y todos los años, ha hecho seguimiento a los presupuestos y por eso la situación del club en cinco años ha pasado de ser lamentable a estar estabilizada. El presupuesto está bien seguido y el presupuesto que hemos trabajado desde el primer día en el club está bien”, añadiendo el discurso del Excel a la pregunta “¿Cómo es posible que nosotros nos hayamos dado cuenta de ese error y ustedes no lo hayan hecho en un año?”. Presa volvió a argumentar que “el presupuesto es correcto en todo momento y se ha hecho el seguimiento como todos los años y de ahí el éxito económico de todos los años. Cuando el auditor ha plasmado el presupuesto se ha equivocado en un sumatorio y no es el correcto, pero el Rayo Vallecano ha estado trabajando con uno correcto. ¿Qué hacemos con el auditor, le matamos? Le voy a hacer una pregunta: ¿Usted sabe sumar y restar? Yo también. Nosotros hemos hecho seguimiento partida a partida y estaban todas correctas, pero el sumatorio salía mal porque tiró de un Excel y estaba mal”, afirmó.

Explicado el “error del Excel” se dio paso a la votación, que contó con los votos contrarios de seis de los presentes, que no pudieron hacer nada contra el restante 93,69% del capital social presente en la sala.

Aprobado el presupuesto, comenzó el 'espectáculo'

A partir de ahí empezó la fiesta. Se solicitó una mayor apertura del club, que la junta directiva tuviera un criterio único, se achacó al presidente ser el que menos contacto ha tenido con las peñas en la historia del club, iniciando un turno de ruegos y preguntas en el que ya estuvieron presentes la veintena de Bukaneros que anteriormente habían aceptado salir de la sala para no “dinamitar” la junta de accionistas.

Alguno de los presentes solicitó establecer un procedimiento para que cualquier aficionado pudiera asistir a este tipo de actos, sin voz ni voto, para evitar situaciones como la vivida esta tarde y uno de los accionistas intentó mostrar los datos de una encuesta realizada entre parte de la afición para que el máximo accionista vendiera un paquete de su accionariado (algo que volvería a salir más adelante). “Usted sabe que antes o después va a tener que vender las acciones o parte de las acciones del club”, le dijeron, a lo que Presa contestó: “¿Me estás amenazando?”.

¿Tiene el Rayo un estudio de campaña de abonados a día de hoy? La respuesta no fue del todo clara, porque no se podía hablar de porcentajes de rebaja ni de otras cuestiones relacionadas con dicha campaña. Luis Yáñez comentó que “se está realizando una serie de vídeos y habrá una reducción que no será del agrado de todo el mundo, porque habrá quien quiera un 60% o un 50 o un 45%. Siempre se ha sacado en el mes de junio y este año se sacará también en junio”. También se propuso una mesa de negociación para consensuar con la afición el precio de los nuevos abonos. Presa abrió entonces las puertas del club a dicha reunión. “Por hablar no hay problema pero si no hay acuerdo lo que no se puede es lanzarse todos a las armas y matarse. Tenemos una reunión de amigos y charlamos de lo que haga falta”, dijo, secundado por José María Sardá, que afirmó que “no hay ningún problema, nos vamos a sentar. El club defenderá lo que tiene que defender y buscaremos un consenso. Los abonos tienen su proceso”.

Mientras el reloj avanzaba se habló de la Escuela de fútbol de Badajoz, que era una apuesta del anterior director deportivo y que no seguirá adelante. “Es una gestión que la hizo el anterior director deportivo y el beneficio es un “x” por ciento por cada matrícula de cada niño que se matricula en Badajoz”, dijo Presa, a lo que Yáñez añadió que “no se va a prorrogar el acuerdo. Tenemos un decálogo de cómo tienen que funcionar estas escuelas y como sugerencia del anterior director deportivo se cogió, pero no seguiremos adelante”.

A partir de ahí llegarían algunos otros platos fuertes de la tarde. El patrocinio de QBAO, la salida del mercado americano y la relación con la afición fueron otros tantos puntos tratados. Martín Presa comentó sobre el patrocinador chino que “se está negociando con ellos. Ese fue el motivo por el que fui a China. Es falso que se esté comprando un club de Tercera División chino. El motivo fue la visita al patrocinador, que presentaba una división de robótica y drones y me invitaron al acto. Empezamos la negociación la semana pasada y lo más seguro es que vaya a seguir, aunque hay que ver las condiciones. Estamos en el período de cerrar un acuerdo”, algo similar a lo que ocurre con la franquicia americana del Rayo en Oklahoma.

Con el descenso del Rayo a Segunda División, las prioridades han cambiado de manera radical y ahora se busca una salida honrosa del mercado futbolístico norteamericano. Los directivos vallecanos viajaron a Estados Unidos “para analizar la situación que tenemos con el Rayo Vallecano en Oklahoma y fue en Nueva York, porque es donde están las oficinas de la Liga de EEUU. Se buscaba lo mejor para el Rayo Vallecano. El proyecto es bonito e interesante, pero al bajar a Segunda nos estamos planteando esa situación. Lo más importante es intentar buscar la vuelta a la Primera División lo más rápidamente posible. Buscar la mejor fórmula para irte dejando todo o sacando lo más que se pueda. Si no es interesante no saldremos”, se dijo sobre esto. Yáñez fue claro al respecto, comentando que “hay que replegar velas”.

Se habló de la limpieza del fútbol (o de su ausencia), de la culpabilidad de Jémez en el descenso y de las relaciones del club con la afición, con Cobeño al frente. “Cobeño por su situación en el equipo ha estado muy respaldado por el Consejo de Administración y ha estado en contacto con la afición. Ha dado un paso al frente para desbloquear esto”, comentó José María Sardá. A la solicitud de un departamento social para este tipo de cuestiones, el presidente explicó que “está encima de la mesa. El Rayo Vallecano es un club que lo ha pasado muy mal y es un club humilde y no hemos podido tener algunos departamentos que suponen un gasto”, a lo que más de uno contestó recordando la inversión en Oklahoma.

Por último, y tras hablar del trabajo que se está haciendo para conseguir reconstruir la dirección deportiva y lograr el fichaje de un nuevo entrenador, se llegó al momento más tenso de la ‘asamblea’. Varios accionistas mostraron a los presentes un escrito en el que se solicitaba que los trece detenidos hace unos años volvieran a presentarse en el juzgado para declarar por la denuncia del corte de los cables eléctricos en el partido ante el Real Madrid. El presidente se defendía afirmando que “el Rayo Vallecano no ha denunciado a nadie y no va a por nadie”, añadiendo que “yo no sé si te están llamando a ti a declarar o no”. Entonces la abogada del club entró en escena para afirmar que como no había pruebas suficientes para esclarecer el caso se había seguido el procedimiento. Martín Presa, viéndose acorralado y desconociendo lo que sucedía, pidió a la abogada del club que el Rayo se saliera del proceso en este punto. “¿El Rayo Vallecano tiene alguna manera de desistir? Si se puede hacer, desiste, que es lo que se debería haber hecho” (a su abogada).

Así concluyó finalmente una junta de accionistas que tuvo de todo menos tranquilidad y en la que una vez más, la soledad de Martín Presa y los suyos volvió a quedar patente, aflorando la descoordinación entre varios de los departamentos internos del club.