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CRÓNICA

Rayo Vallecano 0-1 Almería: Maximiano nos niega la permanencia

Los de Vallecas se estrellaron contra el cancerbero que llegó a sonar en verano para el equipo franjirrojo

Escrito por Domingo, 05 Mayo 2024

    Un error de Pep Chavarría en un saque de banda condenó a los rayistas

    Trejo, en el Rayo Vallecano - AlmeríaTrejo, en el Rayo Vallecano - AlmeríaPasión por el Rayo

    Ficha técnica:

    Rayo Vallecano (0): Dimitrievski, Balliu (Crespo, minuto 80), Mumin (A), Lejeune, Chavarría, Óscar Valentín, Unai López (Raúl de Tomás, minuto 66), Isi (De Frutos, minuto 59), Trejo (A), Alvaro García (Bebé, minuto 80) y Falcao (A) (Nteka, minuto 59)

    Almería (1):  Maximiano, Pubill, Chumi, Montes (A), Centelles, Edgar (Gonzalo Melero, minuto 82), Peña (A), Baptistao (Pozo, minuto 72), Arribas (Baba, minuto 82), Embarba y Choco Lozano (Luis Suárez, minuto 75)

    Goles: 0-1. Minuto 30. Lozano.

    Árbitro: Hernández Maeso

    Árbitro: Sánchez Martínez


    RAYO VALLECANO 0 - OSASUNA 1 (Lozano)

    El Rayo Vallecano se ha propuesto sufrir y hacer sufrir a su hinchada hasta el último segundo de la presente temporada. Y ya que los rivales no consiguen sumar para meter al conjunto franjirrojo en verdaderos problemas, los de Vallecas van regalando encuentros como ante el Almería, un rival ya descendido que apenas generó un par de oportunidades claras en el encuentro y que se encontró un regalo en un saque de banda de lo más surrealista.

    La alarmante falta de gol del equipo (llevaba 15 de los 33 encuentros disputados sin ver portería) llevó a Íñigo Pérez a buscar en Radamel Falcao la revolución. Era la primera titularidad para el Tigre de Santa Marta en la jornada 34 de una temporada en la que apenas ha disputado 200 minutos y donde solo ha conseguido un gol de penalti en Liga. Pero el colombiano con la rapidez de Álvaro García en banda podía suministrarle centros al área para un cabeceador nato.

    Pero los tiros no fueron por ahí. Porque los franjirrojos quisieron jugar por dentro buscando el último pase y la definición y calidad de su killer que todavía atesora en sus botas. El Almería lo vió venir y cerró filas cediendo todo el terreno de juego a un Rayo que iba a estrellarse durante casi 100 minutos contra su 'criptonita': Luis Maximiano.

    El cancerbero del Almería se convirtió en la pesadilla de los vallecanos en la noche de hoy. Ni por arriba, ni por abajo, ni por la izquierda, ni por la derecha, ni de córner, ni de falta, ni en una gran combinación, ni en una recuperación en presión, ni en balones colgados... Fue imposible superarle y no por falta de ganas. El primero que lo probó fue Álvaro García tras un robo en el área. El de Utrera disparó cruzado con la derecha y media grada celebraba ya el gol cuando apareció el guante del guardameta que sonó en verano para la franja.

    Con el paso de los minutos pareció que se estuviera intentando tomar su particular venganza contra el rayismo. Los misiles de Lejeune se estrellaban contra sus manos sin hacerle flaquear, los remates colocados de Falcao los rechazaba sin, aparentemente, despeinarse. Y si cualquier balón intentaba engañarle con su trayectoria ahí aparecía su puño diestro para enviarlo a córner en el último segundo.

    El martirio de la falta de gol del Rayo Vallecano esta temporada no puede tener un mejor ejemplo gráfico que este partido contra un Almería que se sostuvo en la figura de su portero y de un Lozano que no iba a desaprovechar una de las pocas ocasiones de los andaluces. Regalo de Pep Chavarría en un saque de banda, toque de primeras de Embarba que dejaba solo al hondureño y en la definición la pelota besaba las mallas de un Dimitrievski descolocado.

    Nadie podía dar crédito a lo que estaba viendo. Aunque la realidad es que el partido ya lo habíamos visto en repetidas ocasiones esta temporada. Rivales que sin mucha calidad y esfuerzo esperaban el fallo rival conscientes de que a los de Íñigo Pérez, y antes a los de Francisco, les cuesta un universo marcar un gol.

    Tras el paso por vestuarios el Rayo Vallecano lo intentó de todas las maneras posibles. El técnico rayista puso en liza a RdT, a Nteka, a Bebé, a De Frutos y a Crespo refrescando toda la zona de ataque pero nada iba a cambiar el marcador de un partido en el que el gesto más repetido fue el de llevarse las manos a la cabeza.

    Porque resulta increíble que Óscar Valentín, en su partido número 100, se le escapara ese remate de cabeza a bocajarro por encima del larguero. O que Maximiano pudiera sacar con la axila el remate de Raúl de Tomás desde la frontal del área pequeña. O que pasado el minuto 96 sacara un misil de Bebé que cambió de trayectoria en varias ocasiones.

    El Rayo Vallecano estaba predestinado a perder el partido que podía darle la salvación virtual alejándose a 11 puntos del descenso faltando 12 por jugarse. Pero esta vez no fue por falta de ocasiones e ideas sino por exceso de ansia ante un Maximiano que probablemente cuajó el partido de su vida.


     

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