© PXR. Vallecas, 15 Octubre 2009
Como dos amigos que se cruzan, después de varios años, en una calle repleta de gente que les observa. Así se sentirán los escudos de Rayo Vallecano y Cádiz cuando el próximo sábado en el Teresa Rivero el destino les vuelva a unir, a ellos y a sus gentes, para celebrar un nuevo partido profesional con sabor añejo y con sentimiento, mucho sentimiento.

Porque si hay un equipo que lo tiene, ese es el Cádiz, que cuenta además con el enorme mérito de ser uno de los clubes más queridos de toda España. Será por el recuerdo de épocas mejores, será por su añorado Mágico González, será por su afición o por su ciudad, pero el Cadiz, es el Cádiz y punto.

El conjunto gaditano, siempre a la sombra de sus "amigos para siempre" de la capital andaluza, vuelve a sentir el resplandor de los flashes y vuelve a ver como su nombre, de repente, se escucha en los mentideros futbolísticos del país (aunque sea de refilón, es lo que tiene la Segunda División).

Para los que ya tenemos cierta edad, y muchos kilómetros entre pecho y espalda, no se nos puede hacer extraño hablar de 'Mágico', aquel hombre que encandiló a toda España con su juego en el Mundial de 1982, hecho que le permitiría fichar por el Cádiz C.F. Jugador tan genial como polémico, fue el emblema de un Cádiz que en la década de los 80 vivió su época dorada. Por aquellos años, el conjunto andaluz lograría su mejor clasificación en Primera División (12º en liga) y alcanzaría las semifinales de la Copa del Rey. ¡Grande Cádiz!

Ver el Carranza lleno hasta la bandera, plagado de camisolas amarillas, banderas y bufandas al viento, siempre me ha inspirado un sentimiento de ternura y de nostalgia. El mítico John Lennon dijo en una ocasión que "la vida es aquello que te va sucediendo mientras tú te empeñas en hacer otros planes", y la vida, sin esperarlo, se llevó por delante al Cádiz y lo mandó a los infiernos del fútbol español. Nueve años, nueve, tardó en salir del pozo de la Segunda B. Su trayectoria "ascensora/descensora" le llevó de nuevo allí la temporada pasada, pero el Cádiz ha vuelto.

Atrás quedan aquellos años en los que Cádiz y Rayo 'compartían' andanzas y jugadores. Los Barla, Onésimo, De Quintana, Contreras, Cortijo, Calderón, Arteaga o Palacios, forman parte de un amplio elenco de hombres que han vestido ambas camisetas y que han defendido con honor, y con mayor fortuna unos que otros, el espíritu de dos equipos que se distinguen por su modestia.

Pero si dentro del campo ha habido infinidad de similitudes, las de fuera no lo son menos. Dos aficiones hermanadas, dos sentimientos unidos por una frase: "sangre gaditana en vena vallecana", se citarán en el vetusto Municipal de Vallecas para abrazarse, agasajarse, aplaudirse y canalizar su emoción en la dirección correcta.

El sábado, el carnaval de Cádiz con su fiesta, con su gracia, con su alegría y con su espectáculo se traslada a Madrid, ¡qué digo a Madrid, a Vallecas!, para inundar una barriada que necesita poco para sumarse a la fiesta.

Cádiz, ¡qué bueno verte de nuevo!.

Un sentimiento, una ilusión... ¡aúpa Rayo, aúpa campeón!