Tiene mucho mérito. Que en los tiempos que corren un grupo de aficionados de un equipo de fútbol sigan desplazándose lejos de sus casas para animar a su equipo de fútbol es digno de elogio y admiración. Las trabas que encuentran, englobadas dentro de las nuevas medidas de seguridad generales, y todo el tipo de extraordinario control que se está llevando a cabo, no impidió que el barrio de Vallecas estuviera representado en el Estadio de Mestalla.

Allí se pudo escuchar, cuando el Rayo perdía por 3-0, un grito que resume bien a las claras el sentimiento y orgullo de esta afición: "¡¡Este barrio nunca se rinde!!".

Durante diversas fases del encuentro ante el Valencia, y pese al mal resultado que cosechaba su equipo ante los levantinos, este grupo de aficionados dejó constancia de su presencia en la zona alta del estadio valencianista con sus gritos de apoyo a los suyos.

A la conclusión del encuentro, el equipo de Paco Jémez agradeció el apoyo a sus incondicionales, ese grupo de aficionados que, pese a las dificultades, sigue viviendo con pasión todo lo que envuelve a su Rayo.