La culpa era de Aridane. La culpa era de Pelayo. La culpa es de la baja de Mumin. La culpa es de la planificación deportiva... Son frases que en un rápido vistazo a las redes sociales vienen a poner de manifiesto la fragilidad defensiva de los de Vallecas ante una nueva situación de derrota momentánea.

Porque el 2-0 al descanso en el Metropolitano nos deja un Rayo que lo ha intentado, ha tenido claras ocasiones en las botas de Isi o de Álvaro García pero que además de perdonar en área rival concede demasiado en área propia.

El propio Batalla exigía a sus compañeros un poco más de intensidad tanto en el primer centro de Giuliano como en el posterior de De Paul. Fueron esos dos tantos pero pudieron ser otros tantos que el Atlético de Madrid perdonó en los primeros 45 minutos y que el Rayo permitió en fase defensiva.

Con estos dos tantos son ya 11 los goles que el equipo vallecano ha encajado en los últimos 4 partidos.