El Rayo Vallecano - Real Sociedad del pasado domingo se recordará como el partido en el que por fin la grada lateral cubierta de la Albufera en el estadio de Vallecas volvió a reabrirse completamente al público. Sin embargo fue una reapertura algo descafeinada porque el feudo franjirrojo no solo no se llenó sino que estuvo lejos de sus mejores entradas.

Pese a la buena marcha del equipo (con dos victorias frente a Espanyol y Barcelona), el hermanamiento de aficiones con numerosa presencia de aficionados txuri-urdines y el buen día que hizo, la asistencia provisional que dió la Liga a través de su página web fue de solo 9395 espectadores sobre un aforo cercano a los 12.000.

Esto supone cerca de 2500 butacas vacías que estaban disponibles y que la afición rayista y donostiarra no utilizó. Una situación que contrasta con el discurso escuchado en la Asamblea de Madrid hace algunas semanas en las que representantes políticos de partidos de ultraderecha aseguraban que el Rayo Vallecano estaba sufriendo un enorme perjuicio económico por el retraso de las obras dejando de ingresar millones de euros por los que deberían ser indemnizados.

Pese a lo que está logrando el equipo y al hecho de contar con nuevos accesos y nuevos baños en las gradas reabiertas, el estadio de Vallecas estuvo lejos del lleno.