Lo vivido en el Rayo Vallecano - Valencia debe ser ejemplo de lo que debería suceder en el estadio de Vallecas de aquí a que termine la temporada o se logre el objetivo de la permanencia: la unión entre la afición y su equipo. Una unión que durante meses no se ha podido vivir por los problemas de acceso con elementos de animación. A ello hay que sumar que el club franjirrojo colgó el cartel de 'entradas agotadas' por tercera vez este año.

Las dos ocasiones anteriores fueron contra Cádiz y Espanyol cuando aún no se había abierto la grada media de la Albufera que ahora recibe cada partido a medio millar de aficionados aproximadamente mediante venta de localidades (no se ha reubicado a los abonados de esa zona).

Eso supone que por tercera vez esta temporada se ha alcanzado las 5 cifras en la asistencia de público: 11.000 espectadores. Una cifra que todavía queda lejos de los 15.000, aforo aproximado de Vallecas con el estadio al 100%. Entre la pandemia y las obras, de momento el estadio no ha podido recuperar su aforo completo.

El Rayo Vallecano aún tiene que recibir a Real Sociedad, Villarreal y Levante por lo que necesitará todo el apoyo de sus aficionados como sucedió  tras el gol de rebote de Carlos Soler. Lejos de venirse abajo o empezar a lamentarse por el 'palo' recibido, los seguidores del Rayo se envalentonaron y volvieron a llevar a los suyos hacia la portería del Valencia con sus ánimos y sus cánticos.

El equipo lo notó y los momentos posteriores al 0-1, tras el empate y los minutos finales fueron pura magia en Vallecas. Isi Palazón agradeció el empuje de la grada: "Increíble. Cuando peor se han puesto las cosas con el 0-1 nos han ayudado con su empuje, yo lo sentía.... 0-1 y la gente me ha sacado fuerzas y mis compañeros también. Es de valorar y desde aquí se lo agradecemos de corazón" comentó el extremo en rueda de prensa, expresando el agradecimiento de toda la plantilla franjirroja a su afición.