Muchos aficionados del Rayo Vallecano recordarán lo que no se les pitó contra el Lugo, o contra el Almería, o contra el Leganés, o contra el Mallorca o contra el Sabadell. Cinco penaltis clamorosos que se fueron al limbo y que costaron puntos a los de Vallecas.

Pero quien sabe si por lo descarado de la situación o por lo insostenible de la misma, la suerte del equipo franjirrojo ha cambiado radicalmente en las últimas tres jornadas. Tanto es así que en esos tres partidos ha acudido al punto de penalti en más ocasiones que en los treinta y siete encuentros anteriores.

Hasta que recibió al Leganés en la jornada 38 había hecho gol de pena máxima contra el Málaga, contra el Mirandés y contra Las Palmas (Isi, Mario Suárez y Trejo). Desde entonces, en apenas diez días ha tenido cuatro penaltis a su favor.

Trejo convirtió frente al Leganés y repitió contra el Fuenlabrada ante el que también anotó Isi. Qasmi fue el último en hacer gol desde los 11 metros frente a Joan Femenías, portero del Oviedo.

Cuatro penaltis en 270 minutos frente a tres penaltis en 3.330. Parece que el VAR ha llegado tarde para el Rayo Vallecano, pero al menos ha llegado.