Hay muchas cosas incomprensibles en esto del fútbol, pero otras se entienden muy bien. Uno de los gestos más directos y que suele tener siempre el mismo significado es que un jugador discutido se lleve el dedo índice a los labios para pedir "silencio". El último en realizar ese gesto fue el delantero del Rayo Vallecano, Yacine Qasmi, que, tras marcar el segundo gol ante el Alcorcón, no pudo reprimir dicho movimiento. Fue fugaz, pero lo hizo.
📷⚡️🚀 #AlcorcónRayo (0-2)
— Rayo Vallecano (@RayoVallecano) March 21, 2021
⚽️Qasmi pic.twitter.com/jzQey6gYs4
Qasmi ha marcado dos goles esta temporada en liga (otros dos en copa) y ha dado dos asistencias. Además, no es titular a ojos de su entrenador, que le devolvió al once inicial en Santo Domingo en detrimento de Guerrero, que fue quién gozó de la atención del míster en las jornadas precedentes. Ha jugado un total de 25 partidos, con 9 titularidades y tan solo 1 partido completo. Con estas cifras hay pocas dudas, un jugador en entredicho puede hacer muchas cosas, pero no parece que una de ellas sea mandar callar a nadie. Luego vendrán, o no, las explicaciones ambiguas que dan muchos sobre que era un gesto para un amigo que estaba viendo el partido por televisión, por ejemplo, pero lo que queda claro es que un futbolista debe hablar sobre el terreno de juego, un goleador debe hablar marcando goles y un deportista debe saber encajar las críticas con un poco de 'deportividad'.
Qasmi se equivocó, quizá debería explicar algo.