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RAYO. Crónica

Rayo 3 - Zaragoza 2: El Rayo se mantiene a flote con suspense

Los de Vallecas lograron el 1-2 al filo del descanso y el empate nada más arrancar el segundo tiempo

Escrito por Viernes, 12 Marzo 2021

    El Rayo Vallecano logró remontar un 0-2 para terminar ganando 3-2 en un partido que se complicó en la primera mitad.

    Rayo 3 - Zaragoza 2: El Rayo se mantiene a flote con suspense

    Ficha técnica:

    RAYO VALLECANO (3): Dimitrievski, Mario Hernández (A), Catena (A), Saveljich, Fran García (A), Oscar Valentín (A), Oscar Trejo (Advíncula, minuto 87), Alvaro, Bebé (Mario Suárez, minuto 78), Andrés Martín (Isi, minuto 78) y Guerrero.

    R. ZARAGOZA (2): Alvarez, Vigaray (Tejero, minuto 89), Jair Jr (Peybernes, minuto 78), Frances (A), Narváez (A), Chavarría (James, minuto 70), Eguaras, Nieto (A), Alegría, Zapater (Iván, minuto 78) y Bermejo (Fernández, minuto 89).

    Arbitro: Milla Alvéndiz.

    VAR: Pérez Pallás.

    Goles: 0-1. Minuto 10. Narváez; 0-2. Minuto 30. Alvaro, en propia puerta; 1-2. Minuto 40. Bebé; 2-2. Minuto 49. Catena; 3-2. Minuto 70. Alvaro.


    RAYO VALLECANO 3 (Bebé, Catena y Alvaro) - R. ZARAGOZA 2  (Narváez y Alvaro (p.p.))


    Las urgencias, la presión, la tensión y la necesidad no son los mejores aliados de un proyecto que, a estas alturas de campeonato, esperaba estar en una situación más desahogada. El Rayo de Iraola atraviesa, justo en el inicio del último tramo de competición, su peor racha de resultados, pero más allá de los números, lo que preocupa en Vallecas es la poca fiabilidad que transmite el equipo.

    El último empate ante la U.D. Las Palmas dejó al Rayo al filo de abandonar los seis primeros lugares de la tabla, aunque consiguió 'salvar los muebles' favorecido por el empate y la derrota de la Ponferradina y el Mirandés, que esta semana volvían a inquietar a los franjirrojos.

    Hoy retornaba a Vallecas el fútbol de los viernes a las 21 horas, un año después de haber vivido el último partido con público en las gradas de un estadio que, como todos, parece cualquier cosa menos un estadio de fútbol. Y nos visitaba un Real Zaragoza que hace poco soñaba con ascender a Primera y ahora pelea por no descender a Segunda División B. 

    El de hoy era un partido de urgencias para ambos. Para el Rayo, porque debía romper sí o sí la sangría de partidos sin ganar y porque quería volver a saborear el triunfo en casa, y para el Zaragoza, porque cualquier punto de aquí al final de temporada puede ser la diferencia entre seguir en el fútbol profesional o caer a los infiernos del 'otro fútbol'.

    Para afrontar el duelo, Iraola sentó en el banquillo a Advíncula y a Martos y dio la oportunidad al joven Mario Hernández, mucho tiempo después, y al argentino Saveljich. El vasco confió en el trabajo en la franja central del incombustible Oscar Valentín y la presencia futbolística de Oscar Trejo, con Bebé, Alvaro, Andrés Martín y Guerrero completando una zona ofensiva en la que confiaba para inquietar con insistencia al conjunto maño.

    Empezó el Rayo con el brío y con la frescura que demandaba el partido. Llegó con un remate de Alvaro que se fue muy alto y con varios centros que buscaron sorprender a la zaga visitante. El Zaragoza se defendía con orden y, una vez más, en su primer estiramiento, en su primera llegada al área franjirroja, terminaría pensando en las aguas revueltas rayistas. Narváez colocaba el balón lejos del alcance de Dimitrievski. Tan solo habíamos transitado por los primeros diez minutos de partido y ya tocaba remar a contracorriente.

    Tres faltas consecutivas iban a evidenciar el bloqueo franjirrojo. La primera "estrategia" finalizaba con Trejo perdiendo el balón nada más tocarlo en corto con Bebé, la segunda con un disparo directo de Guerrero contra la barrera y un balón a las nubes tras el rechace y la tercera con Bebé topándose de nuevo con el muro aragonés. El Zaragoza aguantaba los minutos posteriores al gol y lo hacía en bloque bajo, cerradito atrás.

    El Rayo veía cómo el partido sonreía al equipo de JIM y nublaba la visión del de Iraola. Sin espacio para que Bebé y Alvaro explotaran su velocidad por las bandas, sin campo para que Trejo pudiera maniobrar y dirigir las acciones de ataque, sin opciones de llegada para Andrés y para Guerrero, todo se limitaba a acciones infructuosas que morían una y otra vez en la frontal del área grande de la portería defendida por el exrayista Cristian Alvarez.

    Si a todo lo anterior le sumamos el riesgo de no hacer un buen balance defensivo tras saque de esquina, el desastre no podía ser mayor. Alcanzábamos la media hora de partido, el Rayo no ejecutó bien un córner, el Zaragoza fue mucho más rápido en la transición de ataque que el Rayo en retrasar metros y la contra fue letal. Alvaro, tras un fulgurante contragolpe, introducía el balón en propia puerta al intentar evitar el remate de Nieto. Era el 0-2. El Rayo zozobraba, se hundía en su propia desesperación, pero lo peor era que no tenía recursos para, a corto plazo, volver a situar las cosas en su sitio (si es que no lo estaban ya, que parece que sí).

    Estaba tan mal el Rayo que incluso Zapater pudo lograr el tercero con un remate desde la frontal que se perdió a la derecha, aunque la respuesta de Bebé no se haría esperar estrellando un buen disparo en la cepa del poste derecho de la portería de Alvarez. Era la mejor oportunidad de un equipo que quiso despertar antes del descanso y que iba a apoyarse de nuevo en el portugués para, como poco, meterse de nuevo en el partido. Una lanzamiento de falta "desde su casa" iba a sorprender a Alvarez. Un golazo para que el Rayo recuperara el pulso a un partido que, hasta ese momento, sólo había servido para inquietar mucho más que para devolver la confianza perdida. Lo mejor, que el partido seguía vivo tras otra desastrosa primera mitad.

    Cuarenta y cinco minutos para arreglar el desaguisado

    La segunda mitad, que debía servir para que el Rayo se reencontrase consigo mismo, arrancó con susto cuando Bermejo, solo dentro del área, remató fuera por poco. Primer aviso maño que iba a tener una contundente respuesta del Rayo. Catena en posición de delantero centro iba a empatar el partido. Un buen centro desde la izquierda y el central, en boca de gol, ponía el 2-2 nada más empezar la segunda parte.

    El partido volvía a empezar, la duda era saber cómo iban a afrontarlo ambos equipos.

    El Zaragoza dio un paso al frente y empezó a jugar más tiempo en campo del Rayo. Jugó mejor que en toda la primera parte. El cuadro vallecano tan solo se estiró superado el primer cuarto de horas con un remate de Andrés Martín que salió desviado. Sería el propio Andrés Martín el que estrellaría un balón en el travesaño de la portería de Alvarez, en una jugada en la que los vallecanos pidieron con insistencia unas manos dentro del área que, tras revisión del VAR, acabarían en nada.

    Iraola movió ficha en zona ofensiva sentando a Guerrero para dar entrada a Qasmi en un primer intento por revitalizar el ataque de los suyos. El partido estaba abierto y casi cualquier cosa era posible. Y lo primero que iba a suceder fue que Alvaro, siendo el 'más listo de la clase', se iba a aprovechar de un error en la cesión atrás de un defensa para, adelantándose a la salida de Alvarez, superarle por encima para lograr voltear el marcador. Quedaban veinte minutos y el Rayo había conseguido lo más difícil.

    La entrada de Mario Suárez para nivelar el centro del campo y de Isi, para aprovechar el carril derecho, serían los siguientes movimientos de un Iraola, que vivía el partido con mayor intensidad en la banda, viendo cómo la sufrida victoria cada vez estaba más cerca.

    Tocaba apretar los dientes, no cometer más errores en defensa y confiar en que el crono volase hasta el minuto 90 para finiquitar una victoria 'con suspense', que mantiene al equipo en zona de play-off. Otro partido para aprender, pero esta vez con tres puntos más en el casillero.

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