Espanyol y Rayo Vallecano ponían en juego mucho más que tres puntos en el duelo de esta tarde. Más allá de la distancia numérica y clasificatoria, sobre el césped se dilucidaban las opciones reales de un Rayo que en su 'Tourmalet' particular perdió ante el Mallorca y, tras dar la talla ante el Barcelona, también se quedó fuera de la Copa. Enfrente estaba un Espanyol que quería recuperar la autoestima perdida en la primera vuelta con el gol de Isi. 

Para mantener las buenas sensaciones de la Copa, Iraola decidió mantener a Dimitrievski bajo palos, a Catena y Saveljich en el centro de la zaga, con Fran y Advíncula en las bandas, a Trejo y Comesaña en la sala de máquinas con la incorporación de Oscar Valentín como 'arreglalotodo' y a Alvaro e Isi en bandas con Antoñín como el delantero centro que el Rayo sigue sin tener.

El partido arrancó con el Rayo presionando muy arriba y con el Espanyol buscando las cosquillas a base de rápidos contragolpes que inquietaran a un equipo que quería defenderse con el balón en los pies. El plan se mantuvo en pie tan solo ocho minutos, el tiempo que tardó el Espanyol en acercarse a las inmediaciones de la portería de Dimitrievski para sumar el 1-0. Puado, con un gran remate de cabeza, tras una extraordinaria jugada de ataque blanquiazul, penalizaba a un Rayo que seguía pensando en asentarse en el partido.

El Espanyol dejaba ver que los centrales no le incomodaban y no presionaba su toque de balón en la frontal del área vallecana. Su compacto bloque solo podía romperse con mucha movilidad de piezas, pero el Rayo no parecía estar con esa frescura inicial como para sorprender a un equipo que estaba cómodamente instalado en un partido que tenía de cara.

Con el partido atascado Alvaro remató al fondo de la red, pero el tanto era anulado por clara posición adelantada del extremo andaluz. Se escapaba la opción de empate, mientras el Espanyol respiraba tras el susto en contra. El partido seguía con la misma dinámica. El Espanyol buscaba el juego directo y la verticalidad de su fútbol, mientras el Rayo se perdía en largas posesiones sin llegar hasta la última zona para inquietar a Diego López.

Cada vez que Trejo recibía en posiciones interiores hasta tres jugadores 'pericos' le encimaban provocando error con pérdida. Eso en ataque. En defensa no necesitaban más que un error grueso de la zaga para anotar el segundo. Y llegó en una tranquila salida del balón. Catena estrelló el balón en el cuerpo de Embarba sin estar presionado y el esférico lo recogió RDT para rematar de primeras al fondo de la red. El Espanyol recogía un premio excesivo fruto de la endeblez de un Rayo que no generaba en ataque y sufría en defensa. 

La cosa se pudo poner mucho peor si el VAR hubiera solicitado al colegiado la revisión de unas claras manos de Isi dentro del área, aunque la acción finalizó con falta a favor del Rayo por carga ilegal sobre el propio Isi. Susto y poco más. En el otro área la ocasión llegaba tras un centro errático de Fran García que se fue cerrando hasta estrellarse en el travesaño de la portería catalana. Poco más que contar de una primera mitad en la que el Rayo pagó caras las dos caras de una misma moneda: falta de contundencia ofensiva y falta de contundencia defensiva. Mucho que corregir de cara a la segunda mitad.

Golazos y remontada del Rayo Vallecano en una gran segunda mitad

La segunda parte empezó de la mejor manera para el conjunto de Iraola. Una falta en la frontal del área iba a permitir el lucimiento de Isi Palazón. El lanzamiento directo del extremo diestro del Rayo iba a obligar a volar a Diego López en busca de su escuadra. El portero rozó el esférico, pero no pudo evitar que la bola fuera para adentro logrando el gol que recortaba distancias y que metía al equipo de Vallecas de nuevo  en el partido.

El tanto revitalizó al equipo. Trejo remató una gran acción ofensiva que despejó Diego López y Advíncula probó fortuna desde lejos, aunque su remate se fue alto. El Rayo en apenas diez minutos daba mucha más sensación de equipo aspirante a todo que en toda la primera mitad. La activación del conjunto franjirrojo fue evidente y el técnico buscó algo más en ataque sacando del campo a Comesaña para dar entrada a Andrés retrasando a Oscar Trejo primero y dando entrada a Joni Montiel y Qasmi por el propio Trejo y por Antoñín. Refrescaba Iraola la zona ofensiva de un equipo que necesitaba más mordiente ofensiva en una fase del partido en la que, superado el ecuador, parecía empezar a atragantarse de nuevo.

El fútbol del Rayo tenía guardados para los minutos finales la esencia de su doble vertiente. Si en la primera mitad el equipo no estuvo fino, en la segunda llegó la reacción. Primero con un golazo de Joni Montiel. La violencia del golpeo del canterano franjirrojo pilló por sorpresa a Diego López para empatar el partido. Y después una buena acción por banda izquierda sería culminada por Alvaro para redondear la remontada del Rayo.

El Rayo lograba la remontada con tres golazos y dejaba tocado a un Espanyol que había vivido plácidamente en la primera parte y que terminaba pagando el paso adelante de un Rayo que sigue aspirando a todo con esta victoria.