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Crónica

Rayo Vallecano 1 - Espanyol 0: 'O Isinho' bate y vence al líder

Emoción, pelea, intensidad, juego combinativo... que se resolvió con una obra de arte del extremo

Escrito por Domingo, 18 Octubre 2020

    Un partido de poder a poder en el que las defensas se impusieron a los ataques antes del zurdazo de Isi Palazón.

    Rayo Vallecano 1 - Espanyol 0: 'O Isinho' bate y vence al líderRayo Vallecano

    Ficha técnica:

    Rayo Vallecano (0):Dimitrievski, Mario Hernández (Advíncula, minuto 84), Catena (A), Velázquez (Saveljich (A), minuto 65), Fran García, Óscar Valentín (A), Santi Comesaña, Isi, Álvaro García (A) (Ulloa, Minuto 84), Pozo (Joni Montiel (A), Minuto 65) y Qasmi (Andrés Martín, minuto 77).

    Espanyol (0):Diego López, Llambrich (Óscar Gil (A), minuto 66), Calero (A), Cabrera (A), Didac, Fran Mérida (Nico, minuto 45), David López, Vargas (Embarba, minuto 66), Puado (Vadillo, minuto 72), Darder (Campuzano, minuto 89) y Raúl de Tomas.

    Goles: 1-0. Minuto 88. Isi.

    Arbitro:López Toca.

    VAR:Varón Aceitón.


    RAYO VALLECANO 1 (Isi) - ESPANYOL 0

    Los entrenadores pueden trabajar durante toda la semana un partido en la pizarra. Pueden diseñar decenas de estrategias, planteamientos y supuestos. Pero difícilmente pueden frenar el talento. La calidad de Isi Palazón desequilibró un partido muy igualado entre un Rayo Vallecano y un Espanyol trabajados extraordinariamente. Las defensas se iban a imponer a los ataques. Hasta que apareció 'O Isinho' para acabar con la imbatibilidad y la invencibilidad del líder.

    Comenzó el Espanyol intentando mantener su cartel de favorito con el dominio territorial, de la pelota y con empuje. El Rayo Vallecano no lo acusó. Los pupilos de Iraola se movían con comodidad en ese ritmo alto y buscaban una y otra vez la espalda de la zaga españolista. Los García fueron los responsables de las primeras jugadas de peligro vallecano.

    Ambos ganaban la línea de fondo entrando como cuchillo en la mantequilla. La tuvo Isi por dos veces a centro de Fran y la tuvo Álvaro en un disparo que se fue desviado. Entrar era sencillo. Marcar era cosa bien distinta. Por eso el Espanyol llevaba 5 partidos sin encajar y por eso Diego López superó el récord de imbatibilidad de N'Kono en el equipo catalán logrado hace 30 temporadas.

    La batalla táctica le fue ganando la partida al espectáculo. Superada la primera media hora, el Espanyol se había asomado al área vallecana pero no había disparado entre palos. Los dos equipos amasaban la pelota, construían con sus jugadores de mayor calidad y generaban huecos donde no los había pero al llegar a las áreas las defensas se imponían sobre la calidad de los atacantes.

    Los aficionados de Rayo Vallecano y Espanyol seguro que disfrutaron cada pase y cada lucha por un balón dividido. Pero el espectador neutral probablemente cayó en los brazos de Morfeo antes de que el árbitro señalara el camino al túnel de vestuarios. Quien lo hizo se perdió el último arreón de un Rayo que desbordaba por ambas bandas con los García e Isi y Mario en un estado excepcional. En una de esas internadas hubo una clara mano de Cabrera que el árbitro no señaló como penalty al estar apoyado el brazo en el césped.

    El líder sufría encerrado atrás cuando el árbitro pitó el final de la primera mitad. Desde la sala VAR no le notificaron que Pozo había sido agarrado en el área justo la jugada anterior al toque del silbato. Si hubiera sido un fuera de juego milimétrico, otro gallo hubiera cantado. En el camino a vestuarios quedaba claro que el Rayo Vallecano había sido mejor.

    Los pericos saltaron tras el descanso como habían hecho al inicio. Y en esta ocasión sí que sufrió el cuadro franjirrojo. Y todo pese a que Álvaro fue el primero en estrenar los guantes de Diego López en un disparo flojo desde la frontal. En ese dominio, el recién incorpodado Nico hacía daño entre líneas y en jugadas de estrategia. En un córner iba a conseguir el 0-1 anulado por fuera de juego. El Rayo se repuso del susto y despertó del letargo para igualar en intensidad.

    Las fuerzas volvían a estar igualadas cuando tanto Iraola como Moreno comenzaron con el baile de cambios buscando una claridad que no llegaba. La unidad B del Espanyol le dió mayor frescura a la hora de lanzar los ataques pero sin encontrar claridad arriba. Los del Rayo para buscar más mordiente arriba (sin contar la posible lesión de Velázquez).

    Los nervios del último cuarto de hora hicieron más impreciso el choque que subió de voltaje con varias acciones duras en ambos equipos. Antes de dejar su lugar a Ulloa, Álvaro ejecutó el segundo disparo del partido. Era el minuto 84 y parecía que el pescado estaba vendido. Pero donde las pizarras se encallan, donde las tácticas y las estrategias chocan y bloquean un partido, ahí es donde aparece la calidad individual. La magia del fútbol. Ese aspecto incontrolable que sólo algunos jugadores poseen y que determina el resultado de algunos partidos.

    Con Ulloa en el campo empezaron a volar los centros al área. En uno de ellos Andrés Martín puso una rosca al punto de penalty donde O Isinho empaló con la zurda de primeras mandando su zapatazo al fondo de las mallas defendidas por el imbatido Diego López que pese a la estirada dejó su récord en 538 minutos. Siempre podrá decir que solo una obra de arte pudo acabar con su racha.

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