Un duelo de urgencias. Esa es la mejor y más concisa definición del partido que enfrentará a Oviedo y Rayo Vallecano en la jornada 18 el Campeonato Nacional de Liga de Segunda División. Este domingo a partir de las 16 horas estos dos históricos del fútbol español buscar añadir un + 3 a su casillero de puntos después de 5 encuentros sin conocer la victoria.
Vidas paralelas de dos equipos que no pasan ni por su mejor situación deportiva ni por su mejor situación social. Los de Paco Jémez suman cinco jornadas consecutivas sin ganar y afrontan dos partidos lejos de Vallecas donde solo han conseguido una victoria. El Oviedo es penúltimo clasificado y solo ha sido capaz de ganar al Girona en el Carlos Tartiere.
El Rayo Vallecano contará con el mismo bloque de jugadores que vienen disputando las últimas jornadas ya que ni Santi Comesaña ni Óscar Valentín se han recuperado a tiempo y siguen llenando la enfermería junto a Alberto, Bebé y Velázquez. Nada indica que Jémez vaya a revolucionar su once por lo que Dimitrievski, Catena, Saveljich, Advincula, Luna, Trejo, Pozo, Joni Montiel, Álvaro García, Embarba y Ulloa serían los elegidos.
Los asturianos tienen la importante baja de Saúl Berjón por lesión y su once titular podría ser el formado por Champagne, Nieto, Arribas, Christian, Mossa, Tejera, Jimmy, Sangalli, Borja, Bárcenas y Ortuño, la referencia del gol ovetense.
No es el Carlos Tartiere un campo talismán para los rayistas qué de sus veintisiete partidos disputados allí solo han conseguido siete victorias, la última el año del ascenso por dos goles a tres (Amaya, Embarba y Aguirre).
Pulido Santana dirigirá el encuentro asistido desde la Sala VAR por Muñiz Ruiz. El Oviedo había enviado 1000 entradas a Vallecas de las que apenas se han vendido una veintena. Tampoco la entrada en la afición local será importante pese a entrar en una promoción de localidades junto a la del derbi de hace un par de semanas.
Ni el frío, ni la lluvia ni la situación deportiva y social animan a vivir en directo el choque entre lo que debían ser dos aspirantes a todo que están devorados por las urgencias.
