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COLUMNA OPINIÓN. Animación

Si el Rayo es de Martín Presa, que anime él

En este fútbol negocio en el que el máximo accionista campa a sus anchas menospreciando a jugadoras, periodistas y aficionados no doy crédito a que la exigencia sea que el hincha anime

Escrito por Martes, 19 Noviembre 2019

    Columna de opinión. Jémez prometió solucionar el conflicto incluso vistiéndose de lagarterana si hacía falta. Mes y medio después traga con la negativa de la directiva de negociar con su propia afición.

    Si el Rayo es de Martín Presa, que anime él

    Columna de opinión. He perdido la cuenta de las veces que he escuchado aquello de que como Raúl Martín Presa es el máximo accionista puede hacer lo que quiera con el Rayo Vallecano. Lo he oído en la grada de Vallecas, en debates radiofónicos, en tertulias de bar y hasta en alguna rueda de prensa. Pero lo siento, me niego a aceptarlo.

    Porque resignarme supondría aceptar que mi papel en la historia de este equipo de barrio del que soy abonado desde hace más de dos décadas es únicamente el de un mero espectador de fútbol. O peor aún, el de cliente de un espectáculo deportivo.

    El fútbol, en general, y el Rayo, en particular, han ido sacrificando el colorido y la intensidad de una pasión por el monocromatismo y la rentabilidad del negocio. Y es precisamente esa defensa a ultranza de la propiedad de un equipo como un mero bien económico el principal punto débil de los dueños del club cuando las cosas vienen mal dadas.

    Jémez prometió solucionar el conflicto incluso vistiéndose de lagarterana si hacía falta. Mes y medio después traga con la negativa de la directiva de negociar con su propia afición. Nadie en los últimos 8 años, ni futbolistas ni cuerpo técnico, se atrevieron a llevar la contraria a la Junta Directiva. Nunca públicamente. Hacerlo de puertas para adentro ni es demostrable ni genera la misma presión mediática. Es esperar demasiado de trabajadores que difícilmente se van a enfrentar a quien paga su sueldo.

    En este fútbol negocio en el que el máximo accionista campa a sus anchas menospreciando a jugadoras, periodistas y aficionados no doy crédito a que la exigencia sea que el hincha anime. Leo y escucho a compañeros de profesión hablar sobre la posibilidad de acabar con la huelga de animación como la reivindicación de la razón de ser del aficionado al fútbol y mucho más del aficionado del Rayo. No lo pongo en duda. Pero me preocupa bastante más que el propietario de una empresa, en este caso futbolística, no quiera tener satisfechos a sus clientes sean 10, 100 o 1000...

    Aquí solo hay un dueño capaz de gestionar correctamente el Rayo porque las ideas de los demás no sirven. Aquí solo hay una persona gestionando un negocio sin rendir cuentas a nadie y disfrutando de los beneficios del mismo. Si alguien tiene que dar un paso adelante para que Vallecas vuelva a vibrar con su afición es el que está viendo como su negocio está en peligro.

    Que nadie se engañe: a ti, aficionado rayista, solo te quieren para llegar a primera y embolsarse los 50 'kilos' de la tele (llenando de paso la U televisiva) y para mejorar sus contratos y primas por ascenso. Cuando eso suceda, dejaras de importarles a los dueños y a los protagonistas del negocio. La cosa cambia cuando los ingresos millonarios dejan de llegar. Y estamos en camino hacia esa situación.

    Con el paso del tiempo, cada hincha rayista decidirá qué hacer con su voz dentro del estadio que para eso es suya. Pero si de mi dependiera, antepondría mi dignidad ante las decenas de atropellos sufridos los últimos años antes que volver a animar. Si Martín Presa es el máximo accionista y puede hacer lo que quiera con el Rayo Vallecano, que se ponga él a animar.

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