Estimado Fran:

He querido empezar esta carta diciendo "querido", pero no me ha salido del corazón. Ya ha pasado un año desde que te fuiste, pero me sigue pareciendo como si hubiera sido ayer.

Te ví el día que volviste y que saliste llorando de la que en otro tiempo fue tu casa. Personalmente no entendí que pretendieron tus ex compañeros sacándote al césped después de lo que pasó a la llegada y durante el partido. No a todo el mundo le gustó la manera en la que te marchaste, pero los insultos siempre están fuera de lugar.

Te escribo porque últimamente no tengo muchas noticias tuyas y no sé si eso es bueno o malo. Las cosas por Vallekas están peor que el día que te fuiste, aunque imagino que no te sorprenderá demasiado. Echaron a Michel, trajeron a Jémez, bajamos a Segunda y ahora estamos, otra vez, con el lío de los abonos. Como cada temporada. Y volvemos a tener jugadores que no quieren vestir la franja y canteranos que se mueren por una oportunidad de hacerlo y a los que no se les va a dar. Supongo que te sonará la historia.

Unos cuantos rayistas han intentado cambiar las cosas luchando en sus ratos libres contra la máquina de devorar sentimientos en la que se ha convertido el club en el que creciste como futbolista. Su premio ha sido unos abonos más caros y un disgusto al ver que sus compañeros de grada renovaban para que no les echaran de su casa. Quizá nos ha faltado un referente en el vestuario que metiera algo de presión pública al dueño para hacerle entrar en razón.

Me pregunto qué hubiera pasado si tu hubieras estado en ese vestuario, pero creo que no hubiera sido diferente porque aún estamos esperando que cuentes lo que pasó hasta aquel 1 de agosto. A la afición no le vendría mal que contaras los bonitos detalles que el club tuvo contigo, aunque desde hace tiempo ya sabemos que la gestión es propia de regional.

Este año no te veremos por Vallecas salvo que Rayo y Celta decidan irse de Copas. Si por casualidad sucede, no te asustes demasiado si ves que el estadio se ha convertido en un teatro. No es que nos hayamos quedado mudos, aunque para lo que importamos en el mundo del fútbol moderno como si lo estuviéramos.

Poco más te puedo contar. Espero que este año por Vigo las cosas vayan algo mejor, porque estuvisteis a punto de coger el mismo ascensor que nosotros. Espero que me escribas pronto y, si te apetece, me cuentes qué pasó para que renunciaras a seguir disfrutando de La Vida Pirata debutando con el Rayo Vallecano en Primera División.

Cuídate y hasta siempre.