Alex Moreno ha dado nombre a la primera alegría de la pretemporada del Rayo Vallecano. Precisamente él, precisamente ese jugador que tiene un pie dentro y otro fuera del Rayo, ha sido el autor del primer gol de la nueva era rayista en Primera División.

El test, disputado en Marbella ante el Bristol, equipo que milita en la Segunda División inglesa, no servirá para hacer grandes valoraciones del juego, ni del estado de forma del equipo, ni de lo que nos deparará el año, pero, al menos, sirvió para cumplir con el objetivo marcado: Descargar trabajo y dar rienda suelta al fútbol y a la competición, que ya había ganas.

En la primera mitad, los de Míchel fueron a remolque de los ingleses, más preparados, con mucha mayor carga de trabajo en sus piernas y con una actitud tan agresiva que, por momentos, dejaba a los vallecanos con sensación de ir a cámara lenta.

Todo empezó con un disparo al poste en el primer minuto de juego a cargo de Taylor. Que el primer acercamiento generara tanto peligro ya anunciaba lo que viviríamos durante cuarenta y cinco minutos en los que el conjunto inglés presionó muy arriba, robó muchos balones y maniató a un Rayo en el que destacaba la presencia de los jóvenes del filial, Mario, Kike y Mena.

Al Rayo le costaba trabajo generar peligro y tenía que recurrir al balón parado para inquietar de alguna manera al meta del Bristol. Kakuta, que fue titular, lanzaba un córner que sería despejado por Wright cuando Kike se preparaba para rematar a puerta. El Rayo lo intentaba, pero no podía.

Los británicos, mucho más incisivos en ataque, probaron suerte por parte de Diédhiou tras dejada de Bryan y principalmente con un mano a mano de Smith que, a pase de Weimann, intentó superar sin fortuna a Alberto, que se convertiría en el salvador del equipo en la primera mitad.

Para el segundo período, Míchel variaría totalmente el equipo y la presencia de los jóvenes Javi Rubio y Sergio Moreno le daría nuevos bríos. Además, la irrupción de Embarba y su punta de velocidad y la calidad de Trejo en la media punta, provocaron que el conjunto vallecano cambiara de imagen y volcara el partido hacia el lado contrario. 

El arranque de la segunda mitad fue más que prometedor. Embarba lo intentó desde lejos, Sergio Moreno tuvo dos buenas ocasiones prácticamente consecutivas, una de ellas con un remate que pasó junto al palo. El Rayo parecía querer jugar a algo distinto a lo ofrecido en la primera mitad.

Pero pese al buen inicio de la segunda parte, sería el Bristol de nuevo el que volvería a tener otra ocasión clara de gol. Weimann, a los veinte de juego, volvía a toparse con la madera de la portería de Alberto. Segundo disparo al poste de los ingleses, que en esos momentos volvían a recuperar el mando del partido.

Con el choque ya casi visto para sentencia llegaría la irrupción de Alex Moreno. El catalán hizo una de las suyas, se creó la jugada, remató a portería y, en el último minuto del encuentro, consiguió que el Rayo cerrara su primer test veraniego con victoria.