Que el Rayo realizara un acto atropellado para presentar sus nuevas equipaciones, que la mayoría de equipos de base tuvieran que 'echar mano' de las de la temporada pasada para arrancar las suyas, que la venta de camisetas en la tienda oficial fuera cualquier cosa menos un ejemplo de celeridad y accesibilidad, se quedan cortos ante un nuevo "éxito" de la marca Rayo Vallecano, empeñada en sorprender cuando nadie lo espera. El primer equipo pudo iniciar la campaña con sus nuevos diseños porque así se solicitó a la marca que lo viste, que, de manera precipitada y fuera de cualquier lógica productiva, realizó una excepción y confeccionó las nuevas vestimentas pese a la tardanza del propio club en decantarse por los diseños definitivos, lo que supuestamente retrasó todo el proceso llevando a la situación vivida durante la pretemporada (el Rayo tuvo que disputar sus amistosos con la equipación de la temporada anterior, igual que el filial, el juvenil o el femenino, que arrancaron la liga vistiendo las camisetas de la 16/17).
Pues bien, no contento con eso, el pasado fin de semana el Rayo sorprendía nuevamente al presentar en su partido ante el Barcelona B un diseño nuevo para la equipación de su primer equipo. La nueva camiseta presenta una franja más ancha, el escudo, la publicidad y la marca de la firma deportiva en una zona más elevada, así como un cuello con corte diferente al anterior. Además, la franja se une en el costado a la parte posterior, circunstancia que no ocurría con la primera camiseta. Dos diseños en apenas quince jornadas de liga para una camiseta que tardó demasiado en comercializarse. El Rayo es una caja de sorpresas.