El Rayo Vallecano llegaba a Huesca con la intención de refrendar la recuperación de su fútbol y el buen resultado logrado ante la Cultural una semana antes. Para conseguirlo, el técnico vallecano ya confió en Ba y Manucho para sumarse a una lista en la que el resto del equipo era el habitual, sin dar lugar a sorpresas en el once inicial. Los movimientos en los cambios no surtieron el efecto deseado y el conjunto vallecano, pese a adelantarse en el marcador, terminó 'hincando la rodilla' ante un Huesca que se mostró más efectivo y que incluso llegó a errar un penalti en el último minuto de encuentro.

Empezó el Huesca apretando y buscando superar la asfixiante presión del Rayo Vallecano con calidad y con criterio, pero su despliegue físico y futbolístico se prolongó tan solo diez minutos, los que necesitó el Rayo para quitarse de encima el dominio local y empezar a gestionar el partido como le gusta. El primer acercamiento sería resuelto por Alberto con un despeje poco ortodoxo pero efectivo para desbaratar un disparo cruzado que llevaba mucha intención. La respuesta vallecana llegaría con un contragolpe de tres contra dos mal resuelto por Comesaña tras una buena cesión de Raúl de Tomás. Un disparo a la escuadra de Embarba salvado con apuros por Remiro serviría de aperitivo para la jugada que abriría el marcador. Tras un saque de esquina, una acción individual de Oscar Trejo finalizaría con el argentino en el suelo tras entrar al área oscense, el colegiado señaló penalti y el propio Trejo lo resolvió  'a lo Panenka' para poner en ventaja a los franjirrojos.

Tras el tanto vallecano, el Huesca volvió a hacerse con el control del juego y manejó el ritmo del choque acumulando varias ocasiones para lograr el empate. En el 25 un doble remate sobre la portería del Rayo, salvados por Alberto y Dorado respectivamente, servirían para exponer lo que estaba sucediendo en esa fase del partido. El Huesca atacaba y el Rayo se defendía con todo a la espera de recuperar de nuevo las sensaciones. El conjunto de Rubí superaba bien las líneas de presión del cuadro vallecano, que trabajó duro para tapar los acercamientos de Ferreiro y compañía.

A la media hora de juego, Míchel debió realizar su primera sustitución al caer lesionado de manera fortuita Adrián Embarba. Además, también el Huesca se veía forzado a mover su banquillo al caer lesionado Brezancic, circunstancia que cortó el ritmo de partido y frenó el ímpetu del cuadro aragonés a beneficio de los franjirrojos, que se sintieron más cómodos y mucho más seguros en su disposición táctica. Pese a su esfuerzo, el trabajo de los de Míchel se vendría abajo cuando un centro lateral desde la derecha era rematado por Aguilera para batir a Alberto. En la última jugada de la primera mitad el Rayo perdía la ventaja y se marchaba a vestuarios con sensación de derrota, mientras el Huesca lo hacía como si fuesen con ventaja. Lo psicológico recuperaba su lugar de cara a la segunda mitad.

El segundo período arrancó con dos equipos convencidos de su protagonismo en el partido, lo que llevó a unos primeros instantes plagados de ocasiones de gol y acercamientos peligrosos. Trejo remató cruzado un buen balón servido por Lass tras acción individual del guineano. El Rayo avisaba, pero sin descuidar la faceta defensiva, consciente de la peligrosidad de hombres como Rescaldani, que bien pudo haber logrado el 2-1 en un balón que terminó saliendo desviado.

Comesaña superó a Pulido para plantarse solo delante de Remiro y terminar estrellando el esférico en el cuerpo del portero oscense. El Rayo volvía a ser protagonista en el partido, intentando recuperar la ventaja perdida en el último suspiro de la primera mitad. La incorporación de Trashorras, con media hora de juego por delante, iría en la línea de manejar el balón y dominar la situación en un partido que sería mucho más abierto hasta su conclusión. El peligro se instalaba en cada área sin apenas respiro y en el intercambio de golpes apareció Cucho para batir a Alberto y adelantar a un Huesca que incluso desaprovechó un penalti en el último minuto para cerrar una nueva derrota de los vallecanos en Huesca. La historia se repite, aunque el argumento de hoy fuese diferente al de la campaña anterior. El Rayo necesita mejorar.