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CRÓNICA

Real Sociedad 3-1 Rayo Vallecano: Desilusión al Kubo

Pese al gol de penalti de Óscar Trejo en el último minuto de la primera mitad, los donostiarras se llevan la eliminatoria

Escrito por Jueves, 16 Enero 2025

    El equipo franjirrojo no le perdió la cara al encuentro en ningún momento del choque e ilusionó a los suyos

    11 titular del Rayo Vallecano contra la Real Sociedad en Copa del Rey11 titular del Rayo Vallecano contra la Real Sociedad en Copa del Rey(c) Rayo Vallecano

    Ficha técnica:

    Real Sociedad (3): Remiro, Aihen, Zubeldia, Aguerd, Aramburu, Barrenetxea (Sergio Gómez, minuto 68), Zubimendi (A), Take Kubo (Becker, minuto 90), Olasagasti (Brais, minuto 68), Sucic (Turrientes, minuto 68) y Oyarzabal (Oskarsson, minuto 82)

    Rayo Vallecano (1):  Cárdenas, Balliu, Lejeune (A), Aridane, Pacha Espino (A+A R), Pedro Díaz (Unai López, minuto 65), Óscar Valentín, De Frutos (Embarba, minuto 65), Trejo (Isi (A), minuto 65), Álvaro García (Pep Chavarría, minuto 82) y Nteka (Camello, minuto 72)

    Goles: 1-0. Minuto 23. Oyarzabal. 2-0. Minuto 45+2. Olasagasti. 2-1. Minuto 45+7. Trejo. 3-1. Minuto 79. Sergio Gómez

    Árbitro: Hernández Maeso

    VAR: Martínez Munuera


    REAL SOCIEDAD 3(Oyarzabal, Olasagasti y Sergio Gómez) - RAYO VALLECANO 1 (Trejo p.)

    Todos tenemos un mal día. Es pura ley de vida. Y si tu mal día coincide con unos octavos de final en un estadio como Anoeta para enfrentarte a toda una Real Sociedad, lo normal es que hagas la maleta para irte a casa. Y eso fue exactamente lo que sucedió en San Sebastián en el partido de la discordia de la Copa del Rey que nos mareó con los horarios de unos y otros y nos privó de poder disfrutar aún más de lo que hubiera sido una previa de octavos única en Vallecas. Una eliminatoria que apea al Rayo y encumbra a Kubo, el mejor del choque.

    En aquel sorteo, la bola que salió primero fue la de la Real, quien sabe si como metáfora de lo que viviríamos 10 días después en el césped. Porque los donostiarras entraron mejor al partido, supieron entender que el que primero golpeaba lo haría por partida doble y salieron a comerse al conjunto de Íñigo Pérez.

    En un Anoeta que rozó el lleno, el rayismo vuelve a ver como otra dolorosa espina se clava en su costado como ya sucediera hace unos años con aquel fatídico descenso virtual a segunda. Casi una década después, volvemos a caer de bruces con la realidad. Y es que los txuri-urdines estuvieron mucho mejor que un Rayo que no se encontró cómodo en ningún momento del encuentro.

    Take Kubo gambeteaba, recortaba, se ofrecía, desbordaba, asistía... Se notó que el japonés había descansado bien pese a lo comprimido de los horarios. Y si hace unos días deseaba que Isi no durmiera, esta noche se convertía en la pesadilla del Rayo centenario. Suya fue la asistencia del primer gol de Oyarzabal tras desbordar a Balliu. Una jugada casi idéntica a la que protagonizó minutos antes y a las que haría durante todo el encuentro. Fue el mejor. Y el Rayo no podía frenar sus apariciones por la banda.

    Un Rayo desubicado sin saber si atacar o contener apenas pisaba el área de Remiro y cuando lo hacía marraba sus oportunidades como pasó con la ocasión de Pedro Díaz que mandó a las manos del cancerbero. Hubo que esperar a que Olasagasti hiciera el 2-0 con un disparo seco pegado al poste para que los de Vallecas soltaran su cadena y se fueron con todo al ataque. Y en una jugada de pillería iba a llegar el gol que daba alas a la ilusión franjirroja en la segunda mitad: agarrón del brazo al Chocota Trejo que va al suelo para forzar el penalti y posteriormente transformarlo.

    Quedaba un segundo tiempo para luchar, para dejarse la piel en el césped, para ir con todo a cada balón dividido, para correr como nunca antes se había hecho y aprovechar el desnivel físico que pudiera haber. Pero el guión de segundo acto fue todo lo contrario. La presión no surtía efecto y las combinaciones, no ya las llegadas al área rival, se podían contar con los dedos de una mano.

    El reloj corría implacable como si tuviera prisa por certificar una eliminación que nos deja sin Copa en Vallecas por tercer año consecutivo. Y por si el inexorable paso del tiempo o la gigantesca calidad de la Real no lo hubieran dejado claro durante los primeros 80 minutos de juego, el infortunio se cebó con la franja.

    Primero con la lesión y expulsión de Pacha Espino y después con el tercer gol en el saque de la falta que le costó la roja al lateral uruguayo. Error en una falta de entendimiento clamorosa entre Aridane y Cárdenas y colorín colorado... La Copa del rey se ha terminado.

    Desilusión máxima. Desilusión... al Kubo.

     

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