A quien firma esta crónica le gustaría que el proyecto en franjirrojo que se ha construido durante las últimas tres temporadas hubiera abarcado a la cantera y sobre todo al filial. Pero si hablamos solo del primer equipo el resultado es innegable. Andoni Iraola, su cuerpo técnico y la plantilla que llevan juntos casi en su totalidad más de 3 años nos están haciendo vivir otra temporada de ensueño.

Porque resulta difícil encontrar más condicionantes para los de Vallecas en este partido. Sin su capitán, Trejo, por acumulación de tarjetas; sin los lesionados Pozo y Falcao; y sin el sancionado Nteka era un desafío saber cómo iba a atacar el Rayo en el Pizjuán. Y sin temor a equivocarnos podemos decir que las piezas que el de Usurbil puso en el tablero no hicieron otra cosa que atacar durante todo el encuentro.

No había muchas más alternativas y el resultado fue inmejorable. Un debutante en la categoría como Camello mereció el primer gol por partida doble en apenas 20 minutos. Pero Dmitrovic se lo negó de manera casi milagrosa. Probablemente dentro de unos años le veamos golear sin compasión porque es un delantero que no para de trabajar. Lo único que le falta es la experiencia de primera. Si ya la tuviera, seguramente no estaría en el Rayo.

No importaba. Era cuestión de tiempo que cayera el gol porque el Sevilla se topaba una y otra vez con la férrea presión de un equipo que va y sigue yendo pierda, empate o gane. Sea cual sea el escenario: el Bernabéu, el Metropolitano, el Camp Nou, San Mamés, Old Trafford...

Juega cara a cara, de frente, sin miedo a nada porque no tiene nada que demostrar y sí mucho trabajo por detrás. Unai López rozó el gol como ante el Elche pero la gloria esta vez le fue esquiva. Hasta Dimitrievski, que hasta entonces no había entrado en juego, estaba enchufadísimo y sacó dos goles casi cantados de Rafa Mir y Erik Lamela.

Fue el prólogo para el golazo de Álvaro. Al estilo Juan Palomo yo me lo guiso yo me lo como se internó en el área ren un contragolpe de libro, se perfiló para su pierna derecha y por el palo corto la coló. Para ser un zurdo nato, son ya varios goles los que logra con esa derecha que parece que le pega mordida pero va con precisión de cirujano. El 0-1 retumbó en toda Vallecas.

Faltaba media hora pero si algo tiene este equipo es que no se deja achantar con la victoria en el bolsillo. Los 3 puntos son un auténtico tesoro que es capaz de guardar con uñas y dientes, cuando es necesario, pero también con calidad y juego. Y el resultado no fue más abultado porque hoy no sonrió la suerte como hace 7 días contra el Cádiz.

El Rayo suma 18 puntos en 12 jornadas y olfatea los puestos europeos. Y esta vez el calendario no está jugando a su favor tras haber visitado a Barcelona, Athletic Club y Sevilla. Aquí hay un proyecto franjirrojo para soñar en grande.