Llegó el último baile a domicilio para el Rayo. La temporada lejos de Vallecas ha sido dura y complicada para los de Iraola que, salvo en contadas y determinantes ocasiones, sufrieron para sumar puntos cuando tocaba vestirse con la segunda o la tercera equipación de la franja. En Mallorca había mucho en juego para los locales y nada para los vallecanos, algo que en Son Moix esperaban fuese determinante para lograr la victoria en su camino a la permanencia.

El técnico franjirrojo tuvo que 'inventarse' un once de circunstancias ante las notables bajas con las que cuenta para el tramo final de competición. Así, dobló lateral derecho para ocupar el hueco de Isi, dobló mediocentro defensivo para suplir a Comesaña, dio galones a Nteka en la media punta para hacer olvidar a Trejo. Además, quiso agradecer la aportación de Falcao en momentos puntuales e importantes de la temporada incluyéndole en el equipo inicial en detrimento del pichichi Sergi Guardiola.

El Rayo arrancó bien el partido, con Balliu poniendo un centro para remate de su compañero de viaje en la banda derecha, Mario Hernández. El canterano remató de cabeza directamente fuera. La respuesta del Mallorca no se hizo esperar y Angel estrelló su remate en el lateral de la red de Dimitrievski. Primeros compases de velocidad de balón y llegadas, con el conjunto bermellón intentando buscar las espaldas de Maras y Catena, dueños del centro de la zaga rayista.

Antes del primer cuarto de hora, el Rayo ya había regalado la primera jugada 'calcada' a las vividas ante el Villarreal el pasado jueves. Centro de Jaume Costa desde la izquierda, defensa mirando cómo vuela balón, delantero desmarcado, remate cruzado y Dimitrievski vendido para el 1-0 de Muriqi. La pasividad de la defensa vallecana, con Fran García llegando tarde a la acción defensiva y los centrales sin marcas concretas dejó en evidencia la concentración de los franjirrojos.

Con el marcador en contra y sin nada interesante por lo que pelear, más que por quedar lo mejor clasificado posible, había que ver cómo reaccionaría el equipo. Si el orgullo iba a derrotar a la dejadez o si el dejar pasar los minutos saldría victorioso para pensar únicamente en terminar la temporada de local y arropado por la gente de Vallecas..

Balliu pudo haber logrado la igualada en el minuto 20 tras una acción con participación de Falcao y remate final del lateral directamente fuera junto al palo izquierdo de la portería de Reina. Parecía más sencillo acertar con la portería que echarla fuera, pero Balliu no estuvo certero.

Con varios parones para que fueran atendidos jugadores y sin que pasara nada reseñable alcanzamos el 'cooling break' que marcaba la media hora de partido. El Rayo no encontraba la continuidad en su fútbol y el Mallorca estaba cómodo viendo que los vallecanos no parecían tener los recursos necesarios para inquietar a un Manolo Reina que, salvo en esos tímidos acercamientos ya comentados, no vio peligrar la integridad de su marco.

La nula aportación de Falcao y Nteka en ataque, la escasa participación de Mario Hernández y Balliu por la derecha y la menos incesante presencia de 'los García' por el carril izquierdo, protagonizó una primera mitad en la que lo más relevante fue el gol de un Mallorca que tampoco hizo un fútbol espectacular, pero al que le valía lo que estaba pasando hasta el descanso.

La segunda parte arrancó con un Rayo mucho más enchufado en ataque. Falcao remató de cabeza un saque de esquina que obligaba a Reina a despejar por encima del larguero de su portería. El equipo vallecano daba un pasito al frente provocando que los insulares se cerraran en su propia zona defensiva para evitar el empate de un Rayo que quiso parecerse a lo que ha sido durante toda la temporada y que no fue durante la primera mitad.

Con el lavado de cara del equipo iba a llegar la acción del empate tras un saque de esquina rematado a placer por Pathé Ciss. El Mallorca no defendió bien la posición del mediocentro franjirrojo que, con un buen remate de cabeza, iba a igualar el choque. Los locales debían irse arriba con todo, puesto que ese punto les mantenía en descenso para la última jornada, lo que llevó a un escenario de ida y vuelta en el que el Rayo podía 'pescar' algo más que un enpate.

En el minuto 70, Dani Rodríguez tuvo la mejor de los suyos en lo que iba de segunda parte, pero su remate con la espinilla se marcharía desviado. El Mallorca decidió que el empuje del tramo final era su única baza y lo volvió a intentar con un disparo lejano de Kubo que detenía Dimitrievski rodilla a tierra. El partido ya estaba volcado hacia campo de un Rayo que encontraba mucho espacio para sus posibles contras. Un centro de Guardiola no iba a ser controlado por Alvaro García dentro del área. Los minutos decisivos llegarían tras otro parón para hidratación. Quedaban quince minutos para el final de un partido en el que el Mallorca debía poner todo 

El Mallorca lo intentaba con mucha inocencia y sin acierto, mientras el Rayo gozaba de una gran oportunidad con pase interior de Guardiola para Falcao, que se quedó sin mucho ángulo y fue bien tapado por Reina. Apenas quedaban un 'puñado' de minutos para defender un punto con el que el Rayo hacía su trabajo de juez del descenso ante la desesperación de una hinchada local que veía hundirse a su equipo, pero que iba a explotar de alegría cuando Prats enganchó un balón suelto dentro del área para 'fusilar' la portería franjirroja.

Así se escribió la historia de un partido en el que el Rayo perdió de nuevo de visitante y en el que el Mallorca sumó tres puntos vitales para salvarse.