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CRÓNICA

Rayo Vallecano 1 - Barcelona 0: Falcao y Dimitrievski hacen volar al Rayo

Ambiente espectacular de fútbol y tarde mágica en Vallecas

Escrito por Miércoles, 27 Octubre 2021

    El Rayo Vallecano derrotó al Barcelona con gol de Falcao y penalti detenido por Dimitrievski en un partido para que Vallecas siga soñando.

    Rayo Vallecano 1 - Barcelona 0: Falcao y Dimitrievski hacen volar al Rayo

    Ficha técnica:

    Rayo Vallecano (1): Dimitrievski, Balliu, Catena, Saveljich (A), Fran García, Oscar Valentín (Mario Suárez, minuto 92), Santi Comesaña (Unai López, minuto 63), Isi, Alvaro, Trejo (A) (Nteka, minuto 76)y Falcao (Pathé Ciss, minuto 76).

    F.C. Barcelona (0): Ter Stegen, Dest, Piqué (A), Busquets, Memphis, Coutinho (A) (Gavi, minuto 74), Jordi Alba, Kun Agüero, Sergi Roberto (Demir, minuto 60), Eric y Nico (De Jong, minuto 84).

    Arbitro: Mateu Lahoz.

    VAR: Martínez Munuera.

    Goles: 1-0. Minuto 30. Falcao;


    RAYO VALLECANO 1 (Falcao) - F.C. BARCE LONA 0 (-)

    El Rayo Vallecano jugó hoy el partido de la ilusión, el de la lotería, el de la esperanza. La ilusión de un barrio por ver a su equipo de nuevo midiéndose a los más grandes del continente, la lotería por no saber qué partido verían y el de la esperanza, pensando que quizá este año era el de 'hincarle' el diente a todo un Barcelona.

    Para afrontar tantas emociones, Iraola tiró de las garantías que en principio le proporcionan sobre el terreno de juego los Comesaña, Oscar Valentín, Trejo y Falcao. También estaba de inicio Balliu, fastidiado como estaba tras lo sucedido en el Villamarín, y con ganas de resarcirse ante los suyos.

    El Barcelona, con muchas caras poco habituales por Vallecas, venía dolido por la derrota en ese partido llamado clásico y con la intención de adelantar a los franjirrojos en la tabla.

    El partido arrancó con un Rayo entregado a la causa. Peleón, asfixiante, correoso, con presión altísima e incomodando mucho la salida de balón del Barcelona, el equipo de Iraola presentó sus credenciales. Los primeros diez minutos fueron un escándalo de derroche físico, intensidad y ganas, las de un equipo con la intención de hacer un buen partido y pelear por la victoria.

    La efusividad inicial daría paso a un partido mucho más fácil de explicar. El Barcelona mandaba en el juego, movía la bola de lado a lado, buscaba resquicios en un bloque de hormigón armado que los Coutinho, Nico, Busquets o Agüero se veían incapaces de encontrar. El Barcelona era quien mandaba, el Rayo quien esperaba

    El planteamiento del Rayo cobraría mayor sentido con la acción que durante minutos estuvieron esperando. Recuperación de balón, pase al hueco magistral, carrera de Falcao y gol del Rayo. Era el minuto 30 de partido y Vallecas se venía abajo. El Tigre volvía a hacer de las suyas y el Rayo se ponía en ventaja.

    La desesperación en el conjunto catalán fue la tónica y quedó escenificada en un remate a bocajarro de Dest que se fue por encima de la portería de Dimitrievski. El Rayo seguía bien plantado y el Barsa se mordía las uñas y se frotaba los ojos viéndose por debajo en Vallekanfield.

    Hasta el descanso, el Rayo siguió trabajando a destajo en defensa y aguantando las llegadas de un Barcelona que no intimidaba y que enfilaba camino a vestuarios con cara de desesperación.

    Dimitrievski fue el héroe de la segunda parte

    Tras el descanso, el guion del partido siguió igual. El Rayo esperaba que los de Koeman vinieran a su terreno y buscaban recuperar para salir en velocidad. El cojunto blaugrana se veía incapaz de superar líneas con facilidad. Lo intentó el Kun pero no acertó y Vallecas, cada minuto que pasaba, soñaba con más fuerza. Hoy era el día.

    El Barcelona creyó que podía arreglar el desaguisado cuando Mateu señaló penalti y el VAR lo confirmó. Pero ahí emergió la imponente figura del macedonio Dimitrievski, que adivinó el lanzamiento de Memphis para desbordar la alegría de la grada.

    Después todo fue a cámara lenta. El reloj no corría para la gente del Rayo, el Barcelona se desesperaba viendo su incapacidad, la afición apretaba y el Rayo creía en que la noche mágica era ya casi una realidad.

    Con el pitido final de Mateu la alegría se desbordó en un barrio que ve cómo su equipo le hace soñar. Dimitrievski y Falcao hicieron volar al Rayo, que ya piensa en grande.


     

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