El primer equipo femenino del Rayo Vallecano tiene los mismos derechos y el mismo trato que el primer equipo masculino franjirrojo. No lo decimos nosotros. Las palabras fueron del máximo accionista y presidente Raúl Martín Presa. Aunque la realidad parece empeñada en demostrar justo lo contrario. Hoy el Rayo Vallecano Femenino afrontó el partido contra el Sporting de Huelva sin equipo médico, ni delegado y con la amenaza de la suspensión por el mal estado del césped.

El encuentro debía haber comenzado a las 17h pero desde una hora antes el personal de mantenimiento de la Ciudad Deportiva del Ensanche de Vallecas se afanaba por subsanar varias calvas en una de las áreas. La RFEF había decidido que en ese césped no se podía jugar por el mal estado. Sin embargo echando algo de caucho (uno de los elementos principales del césped artificial) y gracias a la buena voluntad del equipo arbitral y de las jugadoras rayistas y onubenses pudo disputarse el choque con media hora de retraso.

No fue la única situación esperpéntica de la tarde. Sobrepasada la media hora de partido, Paula Fernández caía lesionada tras una entrada de Keane. La colegiada requirió la presencia de las asistencias para atender a la futbolista dolorida. Y para sorpresa de todos los presentes en el campo 4 de la 'city' fue el equipo médico visitante quien atendió a la jugadora. No es algo nuevo. Durante años el Rayo Femenino ha tenido figuras de preparador físico y fisioterapeuta pero no personal médico. Este año la función la está asumiendo David Recuenco.

Al mal estado del césped por falta de mantenimiento y riego (y por exceso de uso ya que juegan allí más equipos) y a la falta de personal médico rayista hay que sumarle además la falta de delegado/a de campo por parte del Rayo. Años anteriores esa figura la estaba asumiendo Elena Galindo, Elena Martínez e Isabel 'Abu' Rubio y este año esa función la está asumiendo el preparador de porteras Jorge Mora.