El Rayo Vallecano se reencontraba con su afición en el Estadio de Vallecas. El partido ante el Granada fue un 'simulacro' real pero, hoy, en el derbi ante el Getafe, Vallecas recobró parte de su ambiente, de su espíritu, de su alma y de su vida. Seguimos echando mucho de menos a todos los que faltan, ánimo a todos.

Seguramente este no sea el estilo clásico de arrancar una crónica, pero tampoco PxR es un medio de comunicación al uso. No movemos masas, no tenemos millones de seguidores ni el alcance de otros medios, pero tenemos ese toque diferenciador que nos permite la experiencia y la vida acumulada de días y días de rayismo en vena. Dicho esto, vamos con lo que fue el segundo partido del equipo de Iraola como local.

El Getafe llegaba a Vallecas con la presión de la clasificación, con esos cero puntos en cuatro jornadas y con la sensación de haber hecho mucho más de lo que demostraba la tabla de los números. Míchel buscaba recuperar a su Getafe en la que ya hace años fuera su casa por una temporada (sin éxito, por supuesto).

Enfrente estaba el Rayo, sin Falcao en el once inicial, pero ya apareciendo en el banquillo de suplentes. Llegó tras rescindir con el Galatasaray, después de jugar 'ratos' con su selección y, una vez presentado, con la ilusión de un niño por debutar y triunfar en su nuevo estadio. Ese estadio en el que pudimos ver algunas novedades hoy. Se abrió por primera vez la grada de la Albufera desde que nos atacara el maldito virus a todos.

El partido arrancó movido y con 'movida'. Primero golpeó el Getafe, pero no tuvo el tino de acertar con la portería de Dimitrievski, o mejor visto, tuvo la mala fortuna de toparse con la portería de Dimitrievski. Un gran lanzamiento de falta de Ünal se estrelló con la portería vallecana. Era el primer minuto, el primer acercamiento y el primer disparo a puerta. Con el miedo en el cuerpo, el Rayo empezó a jugar con paciencia, buscando a Trejo y Nteka y llegando por banda.

De repente, en una jugada que pareció intrascendente, una caída de Nteka desencadenaría la acción del 1-0. El colegiado señaló la pantalla de revisión de jugadas a instancias del VAR y tras su visionado indicó penalti a favor del Rayo. Trejo, con su habitual calidad, acertó y puso en ventaja al Rayo. Vallecas rugía con el gol del argentino y clamaba contra Martín Presa. La vuelta del público al estadio, toda una novedad, ha devuelto el clásico de los cánticos contra el presidente.

La primera parte fue tranquila para el Rayo. El Getafe tenía control de balón, pero no inquietaba a Dimitrievski y Míchel se desesperaba en la banda viendo como los acercamientos de su equipo eran intrascendentes. Los visitantes marcaban el ritmo, Trejo dirigía el baile. Ganaba el argentino y el Rayo se marchaba a vestuarios con la sensación de haber hecho un gran trabajo y de ir cumpliendo con lo planteado.

El segundo tiempo trajo como novedad que el Getafe sí ponía centros relevantes dentro del área franjirroja y que la sensación de no peligro de la primera mitad empezaba a convertirse en algo de 'run run' en torno al punto de penalti. Después de unos minutos de agobio reducido, el Rayo adelantó su línea defensiva y salió de la cueva, desesperando a un Getafe que empezó su carrusel de protestas desde todos los ángulos del terreno de juego.

En el minuto 57 Saveljich marcó tras el lanzamiento de una falta desde banda derecha, pero el colegiado anuló el tanto por fuera de juego del central argentino. Hubiera sido la 'puntilla' casi definitiva a un partido que perdió muchos minutos porque al colegiado no le funcionaba la petaca y tuvo que dirigirse varias veces a la banda a ser 'atendido'.

El gol anulado pareció devolver la tranquilidad a los rayistas, que siguieron empleándose con serenidad en defensa y buscando los acercamientos a la portería azulona. El partido estaba tenso por el resultado, pero sin peligro, más allá de acciones esporádicas o a balón parado.

Iraola vio el momento de dar el testigo a Falcao por Nteka y relevó a Trejo, dando entrada a Unai. Refrescando medio de campo y delantera, el Rayo volvió a meter intensidad a su juego mientras la grada se venía definitivamente arriba. Era el minuto 70 y todo seguía controlado.

El Rayo se vino más arriba y tras un córner Pathe Ciss puso las cosas en su sitio. El 2-0 no fue más que el inicio de un momento sublime en Vallecas. Cuatro minutos después, Falcao hacía lo que mejor sabe hacer. 'Zarpazo' con la derecha y gol del tigre. 3-0 y el partido finalizado a falta de 9 para el final.

Pero todavía faltaba por aparecer el último actor principal del partido. Tras revisión del VAR el colegiado indicó penalti a favor del Getafe y Dimitrievski adivinó el lanzamiento deteniendo la pena máxima y cerrando una tarde memorable de fútbol, goles y disfrute general. ¡Vallecas sigue rugiendo!