PUBLICIDAD

RAYO 2 - OVIEDO 2. Crónica

Un punto de locura

Los de Vallecas consiguieron rescatar un punto tras un penalti anotado por Trejo cuando jugaban con diez por expulsión de Velázquez

Escrito por Viernes, 12 Enero 2018

    El Rayo Vallecano consiguió sumar un punto ante un Oviedo que jugó muy bien pero que se equivocó cuando se vio por delante en el marcador. Trejo anotó en un final de locos que acabó con un remate al poste del conjunto asturiano.

    Ficha técnica:

    Rayo Vallecano (2): Alberto, Baiano (A), Velázquez (R), Dorado (A), Alex Moreno, Fran Beltrán, Unai López, Embarba, Aguirre (Manucho, minuto 60) (A), Trejo (A) y Chori Domínguez (Amaya, minuto 83).

    R. Oviedo (2): Herrero, Mossa (A), Forlín (A), Carlos Hernández (A), Christian Fernández (A), Ramón, Rocha, Aarón (A) (Cotugno, minuto 93), Saúl Berjón (Varela, minuto 88), Diegui y Linares (Toché, minuto 84).

    Arbitro: Pérez Pallas.

    Goles: 1-0. Minuto 24. Chori Domínguez; 1-1. Minuto 40. Christian Fernández; 1-2. Minuto 50. Carlos Hernández; 2-2. Minuto 82. Trejo, de penalti.


    No se puede decir que el Rayo no tenga fe, o que no luche, o que se dé por vencido. Otra cosa es que su fútbol no le acompañe, como hoy ante el Oviedo o que, cuando lo hace, sea la falta de acierto la que le penalice, como la semana pasada ante el Nástic. No se puede decir que el Rayo no tenga plantilla, o que no juegue a nada, otra cosa es pensar que por tenerla se vaya a pasear o por jugar bien vaya a ganar con holgura los partidos. No, nada de eso es posible en Vallecas. Hoy pasó por aquí un señor equipo. El Oviedo de Anquela presionó bien, estuvo activo, incisivo, maniató al Rayo por momentos y tuvo poder de reacción. Cualquier otro equipo, con la ventaja inicial del Rayo se habría caído con todo, pero no, el equipo asturiano aguantó y mereció más que los vallecanos.

    Míchel movió un poco, no demasiado, la coctelera, para buscar un revulsivo tras el tropezón de la semana anterior. Sentó a Comesaña y dio entrada al 'Chori' Domínguez. Además, aprovechando que había dejado fuera a Abdoulaye, volvió a confiar en su comodín defensivo, Chechu Dorado. El resto, los habituales cuando no juega De Tomás, aunque hoy dando opciones a Diego Aguirre y permitiendo a Unai mayor libertad de movimientos.

    El partido arrancó raro para el Rayo. Los primeros minutos ya vislumbró lo que se le venía encima. Un Oviedo aguerrido, compacto, luchador y con las ideas muy claras, recuperaba balones con rapidez y manejaba el ritmo del partido ante un sorprendido conjunto franjirrojo al que le costó sacudirse la sorpresa inicial. Y lo haría gracias a la fe de Embarba que tras perder un balón lo siguió peleando, lo recuperó, dio un gran pase y permitió al 'Chori' conseguir el 1-0 que no hacía justicia al fútbol, aunque quizá sí un poco más a la trayectoria de un Rayo más penalizado que beneficiado por los 'detalles' a los que tanto se alude. El golazo del argentino permitía al Rayo poner el sosiego y la tranquilidad que lamentablemente no supo interpretar debido, principalmente, a que el Oviedo derivó el partido en una especie de locura desesperada que terminó por meter a todos en la vorágine.

    Christian Fernández a falta de cinco para el final igualaba el partido y Carlos Hernández, cinco después del descanso colocaba el 1-2 que hacía justicia al fútbol de uno y otro, aunque devolvía al Rayo a su mundo de los detalles, de las defensas del balón parado y de los problemas para contrarrestar a un rival que te sacudía por abajo y te golpeaba sin piedad por arriba.

    Con el marcador en contra en un visto y no visto, el Rayo cambió de idea sobre la marcha. Dio entrada a Manucho, buscó su figura como referencia, consiguió embarullar el juego en la frontal del área de Herrero y quiso sacar provecho de su brega con los centrales para conseguir acciones en ventaja para las segundas líneas. El Oviedo, con todo a favor para matar el partido, se equivocó entonces de estrategia y, queriendo defender lo que acaba de conseguir, brindó una segunda oportunidad a ese equipo que tiene fe, que lucha y que nunca se da por vencido. Ni siquiera lo hace cuando, a falta de veinte para el final, Velázquez deja a los suyos en inferioridad por una desafortunada acción al quitarse de encima a un rival al intentar poner el balón rápidamente en juego. Una acción tan estúpida como innecesaria que le pudo costar muy cara al Rayo. 

    Con el Oviedo metido más atrás de lo esperado, el Rayo buscó la igualada consiguiéndola de penalti en el minuto 82 por manos de un defensor dentro del área asturiana. Trejo no perdonó y ambos equipos brindaron un partido de locos en diez minutos que pudieron acabar en tragedia principalmente para los vallecanos. Rocha estrellaba un balón en el poste de la portería de Alberto en el descuento, mientras Manucho caía una y otra vez en la frontal buscando faltas que ni siquiera Trejo supo forzar, ganándose una amarilla por tirarse con descaro dentro del área visitante.

    El Rayo lograba un punto que sabe a poco después de dos partidos de local pero que, visto lo visto, es un botín muy suculento tras sumarse ante un rival serio, contundente y con impronta de aspirante a estar arriba en la pelea por los puestos de play-off.

    Escúchanos aquí

    SÍGUENOS EN TWITTER

    Ultimo partido

    Próximo partido