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RAYO 1 - ALBACETE 1. Crónica

Un punto que sabe a poco

El Rayo cosechó su tercer empate consecutivo ante un Albacete que se puso por delante en la segunda mitad

Escrito por Sábado, 04 Noviembre 2017

    El Rayo Vallecano no pudo pasar del empate, tercero consecutivo, ante un Albacete que se adelantó en la segunda mitad y que aguantó el chaparrón final de los vallecanos para 'arañar' un punto en Vallecas. Los de Míchel mostraron su decepción al final del encuentro.

    Ficha técnica:

    Rayo Vallecano (1): Alberto, Abdoulaye, Dorado, Velázquez (Baiano, minuto 45), Alex Moreno, Fran Beltrán (Diego Aguirre, minuto 70), Santi Comesaña, Trejo, Unai López (Chori Domínguez, minuto 54), Embarba y Raúl de Tomás.

    Albacete (1): Nadal, Savelijch, Gaffoor, Chus Herrero, Gálvez, Jon Erice, Morillas, Álvaro Arroyo (A), Susaeta (De la Hoz, minuto 70), Dani Rodríguez (Araujo, minuto 80) y Béla (Héctor Hernández, minuto 57).

    Arbitro: Eiriz Mata.

    Goles: 0-1. Minuto 58. Héctor Hernández; 1-1. Minuto 79. De Tomás.


    No es solo que el Albacete, a priori, fuera una presa propicia para un equipo supuestamente hambriento. No es solo que el Rayo, o más bien su técnico, pida por activa y por pasiva que en Vallecas el equipo se muestre mucho más fuerte. No es solo que la grada empuje y empuje pese a ver que los suyos no son capaces de superar al rival. No es solo eso, sino más bien, la suma de todo ello. El partido ante el Albacete deja un sabor agridulce que se acerca más a la decepción que a la alegría. Los más optimistas mirarán el número de partidos consecutivos sin perder (6), los moderados contarán como puntos los empates (al fin y al cabo, se sigue sumando), mientras que los más pesimistas harán hincapié en que el equipo ha sumado tres de los últimos nueve puntos en juego. Todas esas visiones pueden subsistir en la actual realidad de un Rayo que sigue nadando en momentos de indefinición absoluta. El equipo sigue sin tener constancia, no domina de manera plena y clara a los rivales. No le falta posesión, no le faltan ocasiones, pero adolece de continuidad, de contundencia y, por momentos, de fe.

    El choque ante el Albacete nos ofreció una visión hasta ahora desconocida, la de las variantes tácticas del técnico. Míchel, que había estudiado en profundidad al rival, creía tener la fórmula para parar al Albacete y contrarrestarle haciéndole daño donde más podían sufrir los de Martín. Para lograrlo, el míster franjirrojo sacrificó a los laterales, con Baiano fuera del once inicial y Alex Moreno en posiciones más avanzadas, dando protagonismo a una defensa de tres que no fluyó como a él le hubiera gustado. La idea inicial era frenar a un equipo que presiona arriba y busca achicar espacios, buscando la salida tras apoyo en los tres de atrás para ganar superioridad en las bandas o por el centro, donde los interiores debían moverse con soltura para buscar opciones de ataque. No fue así. El Rayo tiró en exceso de la jugada directa, ahogándose en zona ofensiva. Pese a todo, las mejores ocasiones de la primera mitad serían para los vallecanos que, sin desparpajo, pero con dominio, se acercaron en varias ocasiones a las inmediaciones de la meta de Nadal.

    El primero en golpear, y con mucho peligro, sería el visitante Gálvez. El centrocampista remataba un buen centro puesto por el ex rayista Néstor Susaeta estrellando el balón contra el poste de la portería de Alberto. Sería el primer y casi único acercamiento peligroso de los manchegos, que sufrirían las llegadas discontinuas del conjunto de Vallecas. Unai probó desde lejos y Alex Moreno rozó el 1-0 con un remate junto al palo en el minuto diez de juego. El Rayo dominaba el balón y poco a poco acumulaba acercamientos a las inmediaciones del área de un Albacete que defendía con más hombres de los que la pizarra parecía indicar. Comesaña, Trejo y de nuevo Alex Moreno, en una ocasión muy clara que se perdió fuera por poco, siguieron probando fortuna, pese a que el Rayo no estaba realizando una buena primera mitad. Se salvaba Fran Beltrán, que hizo un gran partido pese a no estar en plenitud de condiciones físicas.

    Con la segunda mitad llegaría el cambio de planes de Míchel. El técnico, viendo que su planteamiento hacía aguas por falta de entrenamiento o porque los jugadores no terminaron de asimilar el nuevo dibujo táctico, decidió volver a lo tradicional descartando a Velázquez para incorporar a Baiano. El equipo mejoró, pero lo haría mucho más con la incorporación del Chori Domínguez, que le dio al equipo nuevos bríos y una verticalidad casi inexistente hasta ese momento. Todo parecía empezar a tomar un nuevo rumbo pero, en cambio, sucedió lo inesperado. Héctor Hernández, recién incorporado al partido, acertó con su primer remate a portería para poner el choque 'patas arriba'. 0-1, tocaba remar de nuevo.

    Con el marcadro en contra, el Rayo se vio espoleado y empezó una ofensiva que hizo merecer mucho más que el empate anotado por De Tomás tras un excelente pase del Chori Domínguez. El delantero franjirrojo remató con la cabeza de manera excepcional para restablecer la igualdad al marcador con doce minutos por delante para devolver otros dos puntos a un equipo que había recuperado su fe en la victoria y que igualaba a base de coraje y corazón. La grada, incansable, llevaba a los suyos hacia arriba y Abdoulaye estuvo cerca de marcar con un intento en el que se topó con el cuerpo del portero y en un remate de cabeza que no encontró portería. Trejo también tuvo la suya, pero salvó Nadal, mientras los 'slalom' de Diego Aguirre, incorporado al partido en el tramo final, terminaban perdiéndose en la maraña de piernas que poblaban el área de un Albacete que se marcha de Vallecas con el refuerzo del punto y con la sensación de ser suficientemente importantes como para hacer variar el planteamiento táctico de todo un Rayo Vallecano. Las sensaciones en el bando local, sumando el mismo punto, no son tan positivas.

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