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IÑIGUEZ. Zona mixta

'Merece la pena pasar ocho meses en el infierno por días como hoy'

El central reapareció con el Rayo tras varios meses fuera del equipo por diversas circunstancias

Escrito por Domingo, 23 Abril 2017

    Pablo Iñiguez ha estado ocho meses fuera de los terrenos de juego. Su calvario finalizó ayer con su vuelta al equipo y el central, que ha sufrido mucho durante todo este tiempo, vio esta oportunidad como "una redención".

     

    ¿Qué sensaciones has tenido en tu regreso al equipo?

    Con la sanción de Zé y con las molestias de Chechu sí que piensas durante la semana que puedes jugar y al final se ha dado. Tengo que agradecer a Míchel, que perfectamente podría haber optado por otro compañero porque llevo ocho meses sin competir y hay que tener valor para poner a un jugador joven que lleva tanto tiempo fuera. Agradecerle a él, a mis compañeros y a la gente, por la paciencia que han tenido conmigo. Estoy muy feliz, llevaba mucho tiempo esperando esto.

    Ha dicho Míchel que durante la semana le transmitías mucha seguridad, ¿cómo te has encontrado en el campo?

    Al principio un poco nervioso, porque entrenar no es lo mismo que jugar. La presión es diferente, la intensidad es mucho más alta, pero con el paso de los minutos me fui encontrando mejor. Al final terminé muy cansado, pero es normal, y ahora toca descansar, recuperarse bien y a por el Huesca.

    Ha sido el partido más completo desde que está Míchel en el banquillo y el míster del Lugo dijo que se habían enfrentado a un equipo de Primera.

    Desde dentro se ha visto mucho más sufrido. Las sensaciones han sido buenas desde el principio. Es verdad que, en otros partidos, yo que he visto por desgracia todos desde fuera, el equipo salía sin tanta tensión, y hoy el equipo ha salido con una tensión muy alta, con mucha intensidad, apretando. Ha habido ratos buenos de tener el balón, que es algo que nos intenta transmitir Míchel, que seamos fuertes a través de tener el balón y creo que se ha competido muy bien. Hemos sufrido cuando teníamos que sufrir, los cambios nos han dado la vida y es una victoria muy importante.

    Ha habido que esperar mucho tiempo para volver a verte sobre el césped, ¿qué ha pasado durante todos estos meses?

    Ocho meses. Hice una pretemporada en la que me sentí muy bien, trabajé bien y con mucha confianza y tenía muchas esperanzas depositadas en esta temporada, pero tuve una lesión muy desgraciada y muy rara, porque me lesioné estirando al final de un partido en el que no había notado molestias (en Elche) y encima una lesión muy larga, que se complicó. Tuve que ir a Villarreal diez días a recuperarme porque estaba desesperado, no estaba mentalmente bien. Estuve tres meses lesionado y eso te dificulta mucho para volver a coger la forma, vino un entrenador nuevo, luego vino otro y cuando te empiezas a sentir bien, como la semana del Oviedo, me lesiono otra vez. Al final hay que ser duro, seguir trabajando y seguir creyendo, no venirse abajo. Merece la pena pasar ocho meses en el infierno por días como hoy.

    ¿Confías en que este sea el principio de tu "nueva" etapa aquí?

    Ojalá. Por supuesto a mí me gustaría hacer un muy buen final de temporada, por mí, pero sobre todo porque había mucha gente que tenía muchas esperanzas puestas en mí a principio de temporada y no me han dado la espalda en ningún momento y quiero devolver esa confianza y ese cariño que he recibido estos meses, de la gente, de la afición, de la gente del club, de mis compañeros y ojalá lo pueda devolver con buen juego y que podamos terminar lo más arriba posible.

    Después de este calvario de temporada este partido habrá supuesto una buena inyección de confianza.

    Es como una redención, salir del infierno. Era una semana especial para mí, un reto, porque volver después de ocho meses es un reto físico, mental y de todo. Creo que lo he podido hacer bien, pero lo más importante es que no se le puede reprochar nada al equipo, porque hemos dado una imagen de unidad y estoy muy feliz porque la gente esté contenta, por vosotros, por toda la gente que está detrás del club, que hemos sufrido mucho todos y hay que disfrutar estos momentos.

    ¿Qué ha significado mentalmente todo este tiempo para ti?

    Un reto, seguir adelante cada día. Muchos días malos, de preguntarte qué haces aquí, si tendrías que haber venido cedido. Se te pasan tantas cosas por la cabeza, con las lesiones, si vas a volver a encontrarte bien, si vas a volver a jugar, pero en días como hoy todo ese sufrimiento, todo eso vale la pena. Darle las gracias a mi familia, a mis padres, que han estado muy pendientes de mí y a toda la gente del club, que no le puedo echar nada en cara a nadie, y al míster sobre todo que ha apostado por mí hoy y quería darle las gracias.

    Llega el tramo decisivo de la temporada, ¿cómo lo afrontas en lo personal y cómo lo ve el grupo?

    Siempre me han inculcado que hay que vivir el momento, el presente, y ahora tenemos que pensar en desconectar estos dos días, volver el martes y trabajar para ganar al Huesca. La clave es que estamos yendo partido a partido, trabajando muy bien durante la semana, afrontando el partido como una final y hoy se ha visto. Ha habido una unión especial entre afición y jugadores, que creo que es otro de nuestros puntos fuertes cuando jugamos aquí en Vallecas, porque jugamos con uno o dos más.

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