La Comisión estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte ha propuesto una sanción de 1.000 euros y prohibición de acceso a los recintos deportivos por un período de un mes, a los diecisiete aficionados del Rayo Vallecano que el pasado fin de semana fueron identificados y expulsados del Estadio de Vallecas por la policía, con motivo de las protestas organizadas en torno al palco de autoridades del estadio franjirrojo. En la propuesta se indica que dicha sanción se produce porque "tras abandonar sus localidades adquiridas para la zona de tribuna, se dirigieron a la zona de palco y alteraron gravemente el orden al proferir graves insultos contra los allí presentes en el partido: Rayo Vallecano - Reus Deportivo, jugado el 4 de marzo".