Fran Beltrán fue, junto a Pablo Clavería, el representante de la nueva hornada de jugadores de la cantera con posibilidades de triunfar en el primer equipo. Mientras sus compañeros de fatigas, Joni Montiel, Kike y Akime, esperaban una oportunidad en el banquillo en un enfrentamiento copero supuestamente diseñado para disfrute de los más jóvenes, Fran Beltrán era titular y firmaba una brillante actuación en el segundo tiempo y añadido posterior del choque ante el Nástic.
El joven jugador franjirrojo fue el pulmón que necesitó el centro del campo tras la entrada de Roberto Trashorras y cumplió con creces. Con el gallego dispuesto a buscar la jugada definitiva, el pase que decidiese la eliminatoria, la acción que desnivelara el choque, el canterano ocupaba una ancha parcela del terreno de juego para 'barrer' cada balón que atravesaba su zona. Su trabajo constante permitió a Trashorras lucir sus cualidades técnicas (el capitán levantó los aplausos de los suyos en varias jugadas de gran calidad) y le permitió ser uno de los jugadores destacados tras una primera mitad muy poco vistosa de todo el equipo. Con el Rayo volcado al ataque en busca de una remontada que no llegaría a culminarse, la labor defensiva y gris del mediocentro de contención tuvo el reconocimiento de todos.