Piti es parte de la historia reciente del Rayo Vallecano y, aunque muchos creen que segundas partes nunca son buenas, su destino podría estar ligado en breve al del club vallecano. Así lo desea el presidente de la entidad, Raúl Martín Presa, y el resto de miembros del club, que recuerdan con cariño el paso de uno de los jugadores más importantes de la última década en Vallecas. Desde su llegada, con el club en Segunda División B, Piti logró conectar con la afición franjirroja para terminar convirtiéndose en el máximo exponente de un equipo en el que destacó hasta su salida en la temporada 2013/14 para enrolarse en un proyecto atractivo económicamente, pero que terminó siendo un fracaso en el aspecto deportivo.

Con la llegada de José Ramón Sandoval al banquillo del Granada, Piti ha ido perdiendo protagonismo hasta desaparecer por completo de los planes del técnico madrileño, circunstancia que ha propiciado su salida por la puerta de atrás. El delantero catalán ha rescindido su contrato con el cuadro nazarí y ahora busca destino para continuar su carrera. El Rayo se cruzó en su camino, aunque las limitaciones presupuestarias presentadas por el equipo vallecano limitan sus opciones respecto a otras ofertas que el delantero tiene sobre la mesa. Piti conoce el Rayo y sabe lo que se encontrará en Vallecas a todos los niveles. Le tocará deshojar la margarita en las próximas horas.

Por su parte, en el Rayo están tranquilos en relación a una operación que les gustaría llevar a buen puerto pero en la que no quieren perder la cabeza ni hacer grandes dispendios. Saben que nunca podrán llegar a ofrecerle la alta ficha que cobraba en Granada, lo que lleva su contratación a una única vía: que el jugador renuncie a parte de su ficha para volver a disfrutar del fútbol con mayúsculas en el lugar en el que encontró su lugar entre los grandes.

Con tres días por delante para concretar los últimos movimientos del mercado de fichajes, la llegada de Piti parece cercana, aunque por el momento no se pueda dar por definitiva.