Los jugadores del Rayo Vallecano cumplieron a 'rajatabla' las directrices marcadas por Paco Jémez en la previa del encuentro ante el Betis. Pero no estamos hablando de táctica, ni de estrategia, ni de predisposición futbolística, estamos hablando de respeto.

El entrenador franjirrojo había pedido a sus jugadores que fueran muy respetuosos con el rival, un Betis que se va a Segunda División y que debía ser tratado con el máximo respeto, tal y como le gustaría al Rayo ser tratado en una circunstancia similar. "Yo les he dicho a los jugadores que el Betis es un equipo que viene en la situación que viene, muy complicada, y lo que hay que hacer es respetarlo no solo fuera del campo, sino durante el partido, así que no quiero ningún comentario que pueda ofender a un equipo que está fastidiado, porque en esa situación nos podemos encontrar cualquiera y nos gustaría que nos respetaran. Mañana está terminantemente prohibido que se le falte al respeto al Betis ni con ninguna situación ni con ningún comentario. Vamos a salir a intentar ganarle al Betis y a tratar de hacerlo lo mejor que podamos, pero respetando a un rival que se va a ir a Segunda División, algo muy complicado. A veces en los campos ocurren cosas que no deberían ocurrir y espero que en Vallecas no pase".

Durante varias fases del partido se pudieron ver las muestras del respeto solicitado por su entrenador a los jugadores rayistas, pero los momentos culminantes se produjeron con los dos errores del defensa central Paulao. Rochina le animó tras conseguir el primero de los goles del Rayo, mientras que tanto Roberto Trashorras, como Nacho, fueron a ayudar anímicamente al jugador bético tras su error en el despeje que suponía el 2-0. Arbilla, en la consecución del 3-0 no celebró el gol y acudió rápidamente a animar a los futbolistas del Betis que quedaron destrozados en el área de Adán.

El Rayo fue caballeroso y respetuoso con un rival que vive momentos complicados. Además, el ejemplo cundió y pudo verse a aficionados del Rayo aplaudiendo la salida del autobús del Betis a la afueras del Estadio de Vallecas. Otro ejemplo de respeto.